Escobar y Conesa vuelven a enfrentarse en el Pleno de control por el contrato de navegación marítima.
El Gobierno de la Ciudad contestará por escrito la primera pregunta del Grupo Socialista ayer en el Pleno de control. El PSOE criticó la permisividad del Ejecutivo ante la incompatibilidad de la labor de la asesora jurídica de la Ciudad, la abogada Mª José Aguilar Silveti, con su actividad profesional en el ámbito privado. “¿Por qué han permitido este flagrante incumplimiento de la normativa sobre incompatibilidades de los empleados públicos españoles?”, preguntó. El portavoz del Grupo Popular, Daniel Conesa, informó a los socialistas de que esa pregunta se contestaría por escrito. La segunda pregunta del PSOE provocó un enfrentamiento entre Conesa y Escobar. El motivo: El contrato marítimo.
El portavoz socialista preguntó si el Gobierno local apoyaría la impugnación del pliego que iba a interponer el Ayuntamiento de Motril, pues éste ve peligrar la línea con Melilla si no se incluye dentro del contrato de navegación marítima. Conesa respondió: “No, porque es un disparate”.
El inicio del enfrentamiento
A partir de ahí, comentó el enconamiento entre ambos portavoces. Escobar reprochó al Ejecutivo melillense que el “verdadero disparate” es que el segundo concurso del contrato quedara nuevamente desierto. Máxime teniendo en cuenta que en el pliego ya se perdía el barco rápido, las navegaciones nocturnas, recortes en la seguridad privada abordo o la presencia de un equipo médico o la reducción de plazas en camarotes. “Nos vendieron que era el mejor contrato de navegación y ahora queda desierto”, lamentó.
Escobar preguntó qué pasará cuando el contrato–puente actual se extinga el próximo agosto. “¿Quién responderá ante los seis millones de euros de pérdidas anuales del servicio si no hay contrato? ¿Los melillenses?”, preguntó el portavoz del Grupo Socialista.
El consejero de Economía recordó a Escobar, que cuando éste fue delegado del Gobierno se adjudicó un contrato marítimo que se hizo “a medida” de la empresa adjudicataria que no ofrecía ventajas para los melillenses, sólo a la empresa. “Ése sí era un contrato de porquería de calidad. Un contrato lamentable”, aseguró Conesa.
El portavoz del Ejecutivo melillense insistió en que en todo momento la Ciudad ha buscado el mejor servicio para los melillenses a semejanza del que presta Armas en la línea con Motril. “Lo que se nos puede reprochar es nuestro empeño en cambiar lo que usted dejó”, zanjó.