El Primer Duelo

La Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma de Melilla por iniciativa de su titular, Simi Chocrón, viene realizando desde el año 2005 una serie de jornadas culturales bajo el nombre de “CONOZCAMONOS”. Con el pretexto de mostrar y compartir ritos que son comunes a las distintas opciones religiosas que conviven en Melilla, tal cual son los bautizos, las fiestas, la gastronomía, los templos, las bodas o el año nuevo, cerrando este último ciclo con los Ritos Funerarios.
Ya el filósofo griego Platón afirmaba : “para el hombre, para el que ha nacido, nada hay tan seguro como que va a morir”. Todas las culturas han recurrido a los ritos funerarios para apaciguar un poco la sensación de vacío que nos deja la pérdida de un ser querido.
El primer enterramiento ritual es consecuente del relato bíblico de Caín y Abel. Al preferir Dios los sacrificios de Abel, enloquecido por los celos, Caín mató a su hermano según se expresa en Génesis 4:8 “Y dijo Caín a su hermano Abel: salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató”.
La tradición judía en los libros místicos de Midrash dice que Abel fue enterrado por sus padres Adán y Eva, siguiendo las indicaciones de un cuervo enviado por Dios para ese propósito.  En cambio, el Corán sostiene que fue Caín quien fue instruido por un cuervo para enterrar el cadáver de Abel como expresa la Sura 5, versículo 31: “Alá envió un cuervo, que escarbó la tierra para mostrarle cómo esconder el cadáver de su hermano”.
Un ejemplo de este primer enterramiento es el representado en la pintura “El primer duelo” de William A. Buguereau fechado en 1888. La Iglesia Católica presenta a un Cristo que vence a la muerte por medio de su sacrificio en la Resurrección y la Vida Eterna. Encontramos en el pasaje de Juan 11:25 “ Yo soy la resurrección, el que cree en mí, aunque muera, vivirá”.
En la tradición judía, las últimas palabras del moribundo deben ser las del Shema: “Escucha Oh Israel, Dios nuestro Señor, El Señor es Uno”.
La religión hindú basa su principio en el Karma, en la reencarnación de las almas hasta alcanzar el destino definitivo. La milenaria tradición hindú en la cremación de cadáveres sólo ha estado permitida en la Iglesia Católica desde 1963 a partir del Concilio Vaticano II; siempre que no se cuestione la Fé en la Resurección de los cuerpos. Por su parte, Musulmanes y Judíos son contrarios en la práctica de cremación de cadáveres, debiendo ser sepultados en la tierra con una determinada orientación, después de lavarlos y honrarlos.
En definitiva, unas amenas e interesantes jornadas culturales que se desarrollaron los días 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2010 en los salones del Hotel Tryp Melilla Puerto con la participación de los siguientes ponentes: Yamin Bittán – rabino principal de Melilla-, Juan Manuel Barreiro – vicario episcopal y arcipreste-, Abdeluab Mehamed y Lachmi Ghaushandas representando a las comunidades Musulmana e Hindú respectivamente.
Por último y para concluir, valgan las palabras del escritor holandés Cees Nooteboom: “Amar la vida es también hablar de la muerte”, autor del libro junto con las fotografías de su esposa Simone Sassen en ”Tumbas de Poetas y Pensadores” publicado por Siruela.