El recato no está reñido con el estilo. Mimon Zaryouh, que regenta una tienda de tejidos en el barrio del Rastro se lo muestra a diario a sus clientas.
Más de ocho años dedicado al mundo del textil vende telas para la confección de diseños, al gusto de sus clientas.
Seda, brocados o jacquard con piedras preciosas y lentejuelas son sólo algunos tipos de telas que posteriormente se convertirán en piezas de tendencia sin dejar de cumplir los rigurosos códigos islámicos en la fiesta de Ramadán.
El mes del ayuno comenzó el pasado 7 de junio y son muchas las mujeres que quieren estrenar trajes para la ocasión. ¿Pero qué vestimenta lleva la mujer musulmana para esta fiesta? Zaryouh cuenta a El Faro que las mujeres optan por llevar kandora, chilaba o caftán. "La kandora se lleva para estar cómoda por casa, mientras se prepara la comida, por ejemplo. La chilaba será el atuendo adecuado para la cena en familia y el caftán es una prenda más delicada, que se viste, sobre todo, en la fiesta del Aid El Fitr (Pascua Chica, la celebración tras el mes sagrado)", explica.
A la moda
La innovadora apuesta por parte de Zaryhou de ofrecer "las mejores telas del mercado, provenientes de Valencia, Madrid y Barcelona" es muy bien acogida por potenciales clientas que buscan casar moda con las pautas religiosas. "Las telas son muy bonitas y la variedad es muy amplia", cuenta Faiza, que reconoce que ya ha entrado en numerosas ocasiones al establecimiento de este joven "rey del textil". "Que vistamos de forma distinta a la mujer europea no quiere decir que no queramos estar a la moda", señala su amiga Batul.
También la tienda Delirium ofrece la solución para cubrir el cuerpo de sus clientas sin por ello sacrificar las tendencias vanguardistas. Chilabas generosamente decoradas con piedras y encajes son los protagonistas de la colección para este Ramadán. Karim Benajadur, cuenta que durante estas fechas no da abasto. "Durante estos días vienen muchas mujeres que quieren estrenar prendas para los días de fiesta", dice Benajadur. Salua es una de ellas. "Este año me he comprado una chilaba color rosa con su pañuelo compañero", cuenta. "No he comprado más porque la economía no da para más, sino luciría una prenda distinta cada noche", bromea.
El coste
El precio de una chilaba puede estar entre 100 y 200 euros. Un caftán, que suele llevar un cinturón compañero para realzar la figura de la mujer, puede costar entre 300 y 400 euros. Aunque los precios "no tienen límite". "Siempre depende del material que se emplea para la prenda, pero hay caftanes que se han vendido por hasta 2.000 euros, pero aquí en Melilla rara vez ocurre", reconoce.
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