El precio de la gasolina en Melilla se sitúa, de media, en 1,249 euros, según datos recogidos en el Geoportal de gasolineras del ministerio de Industria, Energía y Turismo.
El alza de 0,065 euros por litro en poco menos de un mes, refleja una escalada continua en el precio. Y todo indica, que seguirá subiendo.
Desde el inicio de la pandemia, el precio no ha dejado de aumentar, hasta situarse en máximos históricos de la ciudad. Y no solo por los efectos de la pandemia. El cierre de la frontera con Marruecos no ha hecho sino agravar, paulatinamente, esta situación.
Y por si esto no fuese suficiente, ahora hay que estar muy atentos al conflicto bélico iniciado por Rusia.
Los recientes ataques en tierras ucranianas impulsarán, previsiblemente al alza, los precios. Por primera vez en siete años, el precio del barril de petróleo superó, este jueves, los 100 dólares. El barril de crudo Brent superó también los 100 dólares. El petróleo WTI se cotizó a más de 95 dólares. ¿Qué significa esto? Un incremento sustancial del precio de los carburantes, que empeorará una situación ya de por sí insostenible.
Tanto consumidores como empresas, en Melilla, están notando los efectos del excesivo precio de gasolina y gasóleo.
Las Estaciones de Servicio han visto disminuidas sus ventas de un 20 a un 50 por ciento en lo que va de año.
Por su parte, los consumidores, están pagando entre 1 y 2 euros más que hace tan solo un mes por repostar 30 litros. Este incremento supone un nuevo problema añadido para las familias melillenses, que se suma a los costes de la electricidad y el gas.
En la península, las tarifas finales para el consumidor son todavía mayores, por la diferencia de impuestos (el 50% del precio final) que existe dentro y fuera de la península.
Y, sin duda, lo más preocupante de todo, es que los altos precios de los carburantes no darán tregua a lo largo del año.