El incremento se hizo efectivo el pasado día 15, dos días después de que lo anunciara el BOE. La bombona de butano ha subido treinta céntimos en Melilla, según confirmaron ayer a El Faro fuentes de Cepsa, la empresa que la comercializa en la ciudad.
El incremento del precio del butano registrado en Melilla se ha hecho efectivo dos días después de que lo publicara el Boletín Oficial del Estado y se queda algo por debajo de lo que ha subido en la península (37 céntimos), donde ya se paga a 17,50 euros. En la ciudad autónoma es más barato porque el Gobierno local subvenciona casi tres euros del precio final.
El Ejecutivo de Juan José Imbroda, de momento, tiene previsto mantener la subvención del precio de la bombona de butano, aunque hay que recordar que, como publicó El Faro, el Ministerio de Industria ha enviado una propuesta al Comité Nacional de la Energía en la que da luz verde a Melilla para subir o bajar (hasta un 28%) el precio del butano respecto al que marque en la península y Baleares.
Como en Melilla, Ceuta y Canarias el tipo impositivo del butano es cero, la modificación de la normativa vigente implicaría que se podría aplicar un recargo del 21% (el valor equivalente al IVA).En Melilla sería superior (28%) porque se perderían las ayudas a la distribución y al consumo.
En principio, según recordaron a este periódico fuentes de la Consejería de Economía y Hacienda, el encarecimiento de la bombona de butano no depende de la ciudad, sino de la empresa suministradora que con el incremento aprobado la semana pasada alcanza ya el máximo que podía subir hasta 2014.
Hay que tener en cuenta que la bombona de butano subió hace dos meses en Melilla, de 12,35 a 13,00 euros con lo que la subida a 13,30 suma ya un incremento de 1,05 euros en lo que llevamos de año.
Las gasolineras, cada vez peor
Por otra parte, el negocio de las gasolineras, donde se comercializan las bombonas de butano en Melilla, atraviesa su peor momento en la ciudad.
Pedro Martínez, presidente de la Asociación de Gasolineras de Melilla, ha asegurado a este periódico que el sector se tambalea pese al abaratamiento del precio del combustible por la bajada del consumo de las constructoras, principalmente. “Vamos cada vez peor. El consumo de los particulares se mantiene más o menos igual, pero las constructoras están muy paradas y un buen porcentajes de lo que vendíamos antes de la crisis, iba a parar a la industria del ladrillo porque el empresario autónomo gasta lo justo”, apuntó a El Faro.
Asimismo Martínez comentó que la crisis está siendo dura para todos, pero que las estaciones de servicio de la ciudad la están notando con fuerza. “Hace un mes una gasolinera de la ciudad ha tenido que reducir plantilla”.
Lo peor es que el presidente de la Asociación de Gasolineras no ve solución al problema a corto ni a medio plazo. “Ésta es una crisis muy grande y está afectando a toda Europa” y que baje el precio del combustible no da un respiro al sector. “Cuanto más litros vendemos, mejor. Pero obviamente, si baja el consumo, perdemos dinero”, dijo a a este periódico.