El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, quiere que los congresos del partido que quedan pendientes se desarrollen en otoño próximo y que se convoquen de forma extraordinaria, lo cual supone que se harían 30 días después de tomada la decisión. Entre esos congresos se situaría el de Melilla junto a Ceuta, Asturias, Cantabria, La Rioja y Navarra. La idea es que las distintas direcciones del partido estén cerradas de cara al período electoral que se avecina en el año 2023.
En el caso de Melilla, existe un claro candidato a la presidencia regional. Se trata del actual líder popular, Juan José Imbroda, quien cuenta, además, con las bendiciones de Madrid, según dejó de manifiesto el vicesecretario de Organización Territorial, Miguel Tellado, en una reciente visita a la ciudad. Génova confía en Imbroda para mantener al PP melillense unido y para ganar las elecciones de mayo de 2023.
En las dos ciudades autónomas es donde más certidumbre se tiene de cara al proceso congresual del PP. En Ceuta, Génova está pendiente de conocer cuál es la voluntad de Juan José Vivas, presidente de la ciudad desde hace 21 años mientras que en Melilla, Juan José Imbroda ya ha anunciado que se presentará a la reelección.
Menos prisa tienen en Génova para poner fecha a los congresos del País Vasco y Cataluña, porque su calendario electoral es diferente al resto y no se abrirán las urnas el año que viene. Dirigentes del PP apuestan por la sustitución de Carlos Iturgaiz y Alejandro Fernández, respectivamente. Sería, según estas fuentes, un cambio de mensaje, de imagen y de liderazgo en ambas comunidades pero, por ahora, Feijóo no ha dado pistas sobre si se plantea o no darles una segunda oportunidad.
Lo que sí ha dejado claro el gallego es que el PP trabajará en una «estrategia global» en ambas autonomías, que «va más allá de las personas», para «reconectar» con los electores que han perdido. Iturgaiz logró en las últimas elecciones en Euskadi sólo un 6,77% de los votos y en las generales de 2019 el 8,9% mientras que Fernández obtuvo un paupérrimo 3,85% de los votos en las autonómicas catalanas y un 7,47% el 10-N.
Imbroda podrá ganar un congreso, con trampas y mentiras. Pero no ganará las elecciones. Mientras Imbroda no se aparte, el PP de Melilla no reconectará ni con la abstención ni con los que se han ido. Es por lo que están en la oposición, por no escuchar a los afiliados y a los votantes y por la imposición y el juego sucio.
Deseando ver la cara de Feijóo y Tellado cuando vean que Imbroda, Acedo y Marín les han vendido la moto. ¿Por cierto les importará? Desde el Casadismo y el Sorayismo el PP está peor que nunca. A Imbroda (UPM) esa división le sigue interesando. Todo lo contrario a Feijóo.
El voto de este afiliado al PP al corriente de cuotas irá a VoX.
Y quien dudaba de la ambición política del Sr. Imbroda. Lo que es menester es que en su campaña electoral, primero se comprometa a eliminar el enchufismo administrativo, y en segundo lugar que se comprometa firmemente a que si Marruecos no accede al corredor comercial en nuestro paso fronterizo de Melilla , esa frontera se volverá a cerrar definitivamente. Esperaremos algún comunicado del PP, donde se comprometan a estos puntos citados, ya que de no ser así más de un voto se marchara a VOX