El Partido Popular está convencido de que la entrada de Melilla en la Unión Aduanera reforzaría la posición de la ciudad ante Marruecos, al dotarla de mayor seguridad jurídica y política frente a un país “que no se caracteriza por una forma de comportamiento correcta y sometida a las normas”, comentó al respecto el portavoz económico de los populares, Daniel Conesa.
Una delegación del PP junto al experto en zonas económicas especiales de Canarias, Gustavo González de la Vega, mantuvo una reunión de trabajo la noche del pasado jueves con representantes del sector empresarial melillense. En ese encuentro, Gustavo González expuso los pormenores de la integración de Canarias en el territorio aduanero de Europa, los problemas y las ventajas que supuso dar ese paso adelante para la economía y el futuro de las islas.
“Ellos inicialmente quedaron fuera de la Unión Aduanera como ocurrió con Melilla. En la reunión nos explicó cuál es el camino que hay que recorrer, las ventajas y los problemas de una senda complicada y larga a la que se tuvieron que enfrentar los canarios”, señaló Conesa.
La principal conclusión de las explicaciones del técnico experto en la materia es que Canarias “tuvo muchísimos beneficios respecto a su situación económica”. “La idea del encuentro con los empresarios era que conocieran la posibilidad de trasladar la experiencia canaria a Melilla, una situación en la que tenemos similitudes dentro de las peculiaridades propias de nuestra ciudad”.
Todos los presentes en la reunión auspiciada por el PP llegaron a la misma idea: “no nos podemos quedar quietos”. “La Melilla de hace cinco años ya no existe desde el punto de vista económico y comercial. No nos podemos quedar quietos porque de tanto mirar atrás nos convertiremos en estatuas de sal y eso sería la muerte de la ciudad”, opinó el representante popular.
En definitiva, que hay que “recorrer el camino” de la integración en la Unión Aduanera y dar el primer paso que es “abrir la puerta”. “La recomendación de este experto es que abramos la puerta y recorramos el camino pero con un premisa fundamental, que es no renunciar a nuestras ventajas fiscales que, desde su punto de vista, son de las mejores que hay”.
Gustavo González transmitió a los empresarios melillenses que estar en ese territorio europeo “sería positivo” para la ciudad ante la situación que se vive actualmente, con un nulo intercambio comercial con Marruecos. “Lo mejor que le puede pasar a la ciudad es abrir esa puerta, explorar, negociar e intentar obtener ventajas como ocurrió en Canarias”.
El PP tiene claro que entrar en la Unión Aduanera es el futuro de Melilla. Y no solo por las ventajas económicas, que también, sino por el plus de seguridad jurídica y política que obtendría la Ciudad Autónoma de cara al vecino del sur. “Estamos ante un país que no se caracteriza por una forma de comportamiento correcta y sometida a las normas, sino que actúa de forma arbitraria y ahora lo estamos viendo en estos últimos años cuál ha sido su comportamiento con Melilla”.
Los populares están convencidos que estando en la Unión Aduanera, Marruecos “se lo pensaría dos veces” antes de tener actuaciones arbitrarias y unilaterales, como ocurrió con el cierre de la aduana comercial hace cinco años.
No obstante, el PP quiere que la idea de entrar en ese club europeo sea fruto “de un consenso lo más amplio posible” con todos los agentes políticos y económicos, de manera que el Gobierno nacional “abandere y defienda” la iniciativa ante Europa, de manera que Melilla no pierda en ningún caso las actuales ventajas fiscales recogidas en las distintas leyes aplicables al caso.
El PP entiende que el encuentro con los empresarios de la ciudad “fue positivo” y anunció que tendrá continuación en las próximas semanas, en las que se recibirá también la visita del vicesecretario de Asuntos Económicos del Comité Ejecutivo nacional del partido, Juan Bravo. El dirigente popular ha sido consejero de Hacienda en Andalucía y también diputado por Ceuta, razones por las que, según Conesa, “conoce perfectamente estos temas”.
Lo que refuerza la situación de Melilla definitivamente es disponer de armamento nuclear.
Necesitamos la estrella de la muerte y el halcón milenario para que nos respeten.