Seguridad Ciudadana continuará en abril y mayo con la difusión del proyecto entre los colectivos sociales.
El consejero de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Calderón, y el urbanista José Luis Cañavate destacaron ayer la buena aceptación que está teniendo lo que será el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Melilla. En la reunión que mantuvieron ambos responsables del proyecto con los agentes sociales de la ciudad se expuso “la esencia” del PMUS, que es el rediseño de la red viaria de Melilla: El 70% de las calles tendrá un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora y se fomentará la unificación de aceras y calzadas, tal y como ya se va a hacer en algunas calles del barrio de El Real.
La red viaria de Melilla se estructurará en dos niveles, el 70% tendrá un límite de velocidad de 30 km/h, mientras que en el 30% restante el límite será el de vías urbanas, 50 km/h. Por tanto, en la mayor parte de la red viaria de Melilla los coches circularán más lentos en favor del peatón, de la recuperación de espacio público para los ciudadanos a pie. El urbanista en Melilla destacó que la mayor parte de los desplazamientos, el 60%, son de corta distancia y, por ello no se entiende que los melillenses realicen éstos en su vehículo particular.
‘Tráfico calmado’
La limitación de velocidad a 30 km/h es lo que en urbanismo se llama ‘Calles 30’ o de ‘tráfico calmado’, según explicó Cañavate en una rueda de prensa posterior a la reunión mantenida con agentes sociales y técnicos de las Consejerías de Fomento y Medio Ambiente, entre otras. El proyecto para El Real que presentó el consejero de Fomento, Miguel Marín, el pasado lunes ya incluye los criterios esenciales del PMUS y que también se están incorporando a los próximos proyectos y obras que realizará la Ciudad Autónoma.
Cañavate destacó, además de la limitación de velocidad, la reestructuración de las calles en plataforma continua, es decir, acera y calzada en el mismo nivel, que podría aplicarse, por ejemplo, en la Avenida Juan Carlos I Rey. El urbanista explicó que la proyección del PMUS en el centro de la ciudad implicará esta actuación y otras como el cambio del sentido de la circulación de algunas calles. Ello viene provocado por la reconsideración de los accesos de los barrios periféricos al centro y viceversa. Por ejemplo, la calle Castelar que hoy es de bajada al centro se convertiría en una vía de subida al cementerio municipal y la calle paralela, Padre Lerchundi, sería de bajada y no de subida.
Las reuniones con los agentes económicos y sociales y los técnicos de las diferentes Consejerías de la Ciudad continuarán en abril y mayo con la exposición pormenorizada del sistema de aparcamientos y el uso de la bicicleta y la peatonalización de calles, anunció Calderón.