Los traficantes transportan cada vez menos cantidad de droga a través del puerto de Melilla, pues el férreo control de la Guardia Civil lo hace una barrera casi infranqueable.
La Sección Fiscal del Puerto de la Guardia Civil es más conocida como ‘El Muelle’ y es la responsable de la incautación de más del 90% de la droga que, procedente de Marruecos, intenta llegar a la península escondida en dobles fondos practicados en turismos, furgonetas o camiones. Los guardias civiles de ‘El Muelle’ han realizado en lo que va de año casi las mismas intervenciones que en todo 2013, pero se han incautado 1.200 kilos de hachís, algo menos que en el mismo periodo del año pasado. Los traficantes o los conductores que tratan de embarcar con la ‘mercancía especial’ lo hacen cada vez con menos cantidad de droga. De hecho, en 2011 el decomiso en el puerto fue de alrededor de ocho toneladas y desde entonces la cantidad de hachís incautado ha ido descendiendo.
Para el teniente responsable de ‘El Muelle’, esta tendencia a la baja se debe a un mayor control de la Benemérita en el puerto, lo que lo convierte en una barrera casi infranqueable. Esto no implica que la droga deje de ‘viajar’. Los ‘señores de la droga’ buscan otras alternativas de transporte del hachís para hacerlo llegar a territorio español y europeo. La vía marítima también se ha llenado de obstáculos porque la Guardia Civil vigila las aguas del Mediterráneo. De hecho, entre noviembre de 2013 y marzo de 2014 se han interceptado embarcaciones con un total de 90 toneladas de hachís que tenían como destino la península.
La Guardia Civil sabe que en Marruecos en 2011 había, al menos, 140.000 hectáreas de cultivos, a cuya producción de hachís hay que ‘darle salida’. Esta superficie puede haber aumentado desde entonces. Por ello, los ‘señores de la droga’ buscan abrir nuevas vías de transporte y utilizan novedosas fórmulas para ocultar el estupefaciente para burlar el control de la Benemérita.
El trabajo para los guardias civiles de ‘El Muelle’ es ahora especialmente duro por la Operación Paso del Estrecho (OPE). Hay más cantidad de vehículos a inspeccionar en cada embarque. De hecho, en algunos casos los agentes revisan cerca de 300 coches y lo tienen que hacer en un tiempo casi récord para que el embarque sea fluido.
En pocos minutos, los agentes deben revisar el exterior y el interior de los vehículos para detectar posibles anomalías que escondan dobles fondos. Mientras tanto, los guardias civiles del Servicio Cinológico dirigen a los canes coche a coche bien para detectar la existencia de droga oculta en el automóvil o a personas escondidas en las bateas de los camiones de transporte de mercancías.
La Guardia Civil intercepta a 1.885 menas–polizones
El control de la Guardia Civil en el puerto no solamente se limita a la interceptación de droga oculta en los vehículos. La localización de posibles polizones es otra labor que mantiene en alerta a los guardias de ‘El Muelle’. En lo que va de 2014 han interceptado a 1.885 menores extranjeros no acompañados (menas) que tenían la intención de colarse en alguno de los buques que conectan Melilla con la península. Pero también los hay adultos. Concretamente se han localizado a 150 inmigrantes de diversa nacionalidad que, junto con los menas, buscan los lugares más insospechados para esconderse aún a costa de poner en peligro su propia vida.
En ‘El Muelle’ varios de los menas e inmigrantes que interceptan bien en el espaldón del puerto o dentro de las instalaciones son bien conocidos por los guardias civiles. A pesar de que son devueltos al CETI o a La Purísima, todas las noches vuelven al puerto en busca de una nueva oportunidad. Por ejemplo, en la mañana de ayer los agentes de ‘El Muelle’ interceptaron a media docena de polizones.