El paro sube entre melillenses y ceutíes sin estudios, pero cae en universitarios

En el conjunto del país, el desempleo sube en todos los sectores de la población.

La formación es clave a la hora de buscar un empleo. La crisis económica y el incremento del paro han hecho que cada vez resulte más difícil incoporarse al mercado laboral. En estas circunstancias, el nivel educativo de los aspirantes a un trabajo resulta aún más importante. Los datos así lo demuestran. El informe elaborado por el Ministerio de Educación a partir de las cifras de la EPA (Encuesta de Población Activa) del INE (Instituto Nacional de Estadística), indican que la tasa de desempleo entre los melillenses y ceutíes sin formación se ha incrementado de forma considerable entre 2012 y 2013, mientras que en el caso de aquéllos que tienen educación superior, este índice ha descendido.
En concreto, las cifras del informe indican que en 2012 la tasa de paro para jóvenes que sólo tenían Primaria era del 53%, un año después alcanzó el 62%. En lo que se refiere a la tasa de desempleo entre personas que habían completado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), ésta pasó del 31,6% al 42,4%. Sin embargo, los datos apuntan en el sentido contrario cuando se trata de personas que han acabado el Bachillerato o tiene una carrera universitaria. Así, entre los primeros la tasa pasó de un 23,3% en 2012 a un 17,5% el año pasado, mientras que para los universitarios este indicador era en 2013 del 13,1%, cuatro puntos por debajo de un año antes.
La explicación a esta tendencia es doble. Por un lado, puede significar que los melillenses y ceutíes con formación superior que estaban parados en 2012 han tenido más suerte en su búsqueda de empleo que los que abandonar pronto los estudios. Pero además, hay que tener en cuenta que es probable que la mayor parte de los nuevos parados que se han incorporado a las listas del SEPE este año sean personas con poca formación. Esta segunda hipótesis significa que los datos del Ministerio no apuntan a que los universitarios hayan encontrado trabajo, sino que al incrementarse la cifra total de parados, representan un porcentaje menor del total.
De hecho, si se analizan los datos que mensualmente elabora el SEPE sobre la situación del paro en nuestra ciudad, se comprueba que el perfil de los desempleados es el de personas con baja cualificación.

Desempleo juvenil
Los datos del Ministerio hacen referencia también a cómo ha evolucionado la tasa de paro en el caso de los jóvenes melillenses y ceutíes, es decir, de aquéllos que tienen entre 25 y 34 años. En este punto, se comprueba que la tendencia es la misma que en la población en general, aunque los índices de desempleo son bastante más elevados. En concreto, la tasa de paro para este sector de la población era el año pasado en las dos ciudades autónomas del 48,7%, frente al 48,2% del 2012. Para los jóvenes que sólo llegaron a Primaria, el índice pasa del 69% al 83% y para los que completaron la ESO, del 51% al 56,2%. En el caso de los chicos que acabaron Bachillerato o han cursado una carrera universitaria, el índice desciende. En el primer caso, pasa del 42,5% al 24,8%, mientras que para los segundos cae el 30,4% del 2012 al 20,4% del año pasado.
Las cifras del informe indican, además, que la tasa de paro juvenil en las dos ciudades autónomas es la más alta del país, casi veinte puntos por encima de la media nacional. Por detrás de Melilla y Ceuta se sitúan Canarias y Andalucía, con índices de desempleo entre los menores de 35 años del 39,9% y el 39,4% respectivamente, lo que supone que el indicador es casi diez puntos más bajo. Además, si se compraran los datos con los del resto de países de la Unión Europea, se ve que nuestra ciudad se sitúa a la cabeza del paro en este sector de la población. En este contexto, e independientemente de las cifras, la formación parece ser imprescindible en una ciudad con una de las tasas de abandono escolar temprano más alta del país.
La tendencia que se produce en Melilla y Ceuta no se repite en el conjunto del país, donde el paro ha aumentado en todos los colectivos, independientemente del nivel de formación. De hecho, las cifras del Ministerio apuntan que sólo en Baleares se ha producido un efecto similar al de nuestra ciudad.