El Melilla Sport Capital llevó al límite al poderoso Real Valladolid, pero sucumbió en la prórroga y encajó su quinta derrota (90-84). El equipo norteafricano, desacertado en el tramo final del tiempo extra, tuvo en su mano la victoria. Los pupilos de Alejandro Alcoba siguen sin ganar lejos de su cancha y se quedan con un balance de 2-5.
Un nombre sobresalió por encima del resto en el inicio, el de Alioune Tew. El pívot parisino, llegado a prueba hace poco más de una semana para suplir la marcha de Shaquille Doorson, dejó tres mates de póster en apenas cinco minutos. El equipo melillense entró bien al partido y cobró pronto sus primeras ventajas (6-11, min. 4). Llegó a disponer de una renta de seis puntos (9-15 tras penetración de Wintering, min. 5), pero se le apagó la luz en ataque. Valladolid, tímido en el arranque, pisó el acelerador y comenzó a anotar con facilidad. Un triple de Mason igualó la cita (17-17, min. 6). El conjunto de Hugo López, fiel a su estilo dinámico y ofensivo, logró voltear el marcador desde el perímetro con un parcial de 13-2 (22-17, min. 8).
Cuando el cuadro pucelano -vigente campeón de la LEB Oro- puede correr, se convierte en un rival casi imposible de parar. Sendos triples de Timmer y Mason mantuvieron la ventaja de los locales, que aprovecharon las pérdidas de Melilla para anotar al contraataque (28-23, min. 12). La escuadra de Alejandro Alcoba se mantuvo viva gracias a la actividad de Mbaye, pero no consiguió mejorar su balance defensivo. Otro triple de Timmer dio su máxima al Real Valladolid (41-33, min. 16), ampliada con una nueva canasta en transición del base estadounidense (43-33). Por momentos, el equipo norteafricano pareció sentirse impotente, incapaz de frenar el caudal ofensivo de su contrincante. Un 2+1 de Van Zegeren, dominador en la pintura, elevó la renta pucelana hasta los once puntos (46-35, min. 17). Pero los visitantes reaccionaron. Un parcial de 4-14, con triples de Llorente (2), Cagini y Javi Marín, resultó clave para mantener la contienda abierta al descanso (50-49).
El paso por los vestuarios no sentó bien a los hombres de Alcoba, que tardaron casi cinco minutos en firmar su primera canasta.
El conjunto vallisoletano, para entonces, ya había asumido una pequeña ventaja (57-51, min. 25). Cuando Melilla volvió a verse contra las cuerdas (64-53, min. 26, tras parcial de 14-4), dos triples seguidos de Misters y Javi Marín reengancharon al cuadro visitante al encuentro. La cita iba por rachas. La reacción final del Decano añadió una dosis gigante de emoción de cara al último cuarto (67-62, min. 30), al que la escuadra norteafricana entró fría. Van Zegeren, pívot holandés del Clínica Sur-Aspasia, impuso su ley en ambas pinturas con una exhibición de recursos defensivos y ofensivos.
El acierto en el tiro no acompañaba a Melilla, que erró lanzamientos liberados y apenas lograba explotar su poderío interior (76-67, min. 34).
Por tercer acto consecutivo, los visitantes se levantaron de la lona y, con un 0-6, se colocaron solo tres abajo (76-73, min. 37).
Una canasta de Uclés, a falta de quince segundos, mandó el duelo a la prórroga (79-79, min. 40). Apoyado en su excelente defensa, Melilla se puso por delante en el tiempo extra (82-84, min. 43).
Dos errores de Mbaye desde el tiro libre y un triple no convertido por Javi Marín propiciaron que el triunfo, finalmente, se quedase en Pucela. Nadar para morir en la orilla.