El Melilla vuelve a tener a tiro de piedra el ascenso

Los azulinos aprovecharon los daños colaterales de los enfrentamientos entre sus rivales más directos y vuelven a disponer de una nueva oportunidad para mantener viva la ilusión del play-off.

A pesar de lo irregular de la campaña que viene realizando la Unión Deportiva Melilla, resulta que el equipo sigue con serias opciones de conseguir el objetivo para el que fue diseñado. A estas alturas de temporada, cuando verdaderamente empieza la batalla por definir los puestos en la tabla, el conjunto que dirige Óscar Cano puede darse con un canto en los dientes por no verse descolgado de la lucha por copar al final del campeonato una de las plazas que dan derecho a disputar las eliminatorias de ascenso a la Segunda División.

Y es que en una competición en la que el triunfo se paga con tres puntos, sumar tres de una tacada tiene el premio añadido de subir algunos escalones en la clasificación general. La victoria ante el Écija Balompié hace que la escuadra unionista suba dos puestos y se sitúe en el séptimo, a tan solo dos puntos del Betis B, cuarto clasificado, al que además tiene el 'goal-average' particular ganado.

La escuadra de Óscar Cano no estuvo a la altura de lo esperado a pesar de que el técnico granadino apostó por dar cabida en el once inicial a jugadores del talento de Katxorro y Nico Cháfer con lo que la posesión de la pelota y la iniciativa parecía, en principio, que sería en un gran porcentaje para los de casa pero la disposición táctica del Écija, con la línea defensiva muy adelantada y ejerciendo una gran presión en terreno azulino, invitaba a otra cosa; invitaba, precisamente, como en anteriores ocasiones, a buscar y aprovechar los espacios que dejaban los zagueros visitantes a sus espaldas y en una de esas situaciones llegó el gol de Katxorro tras la ya clásica galopada de Edgar a pase, en esta ocasión, de Nico.

Sin lugar a dudas, lo mejor del partido del domingo fue el resultado. El juego aún deja mucho que desear pero es precisamente esto lo que da pie a soñar con que el equipo pueda meterse entre los cuatro primeros de la clase. El Melilla aún tiene mucho margen de mejora y, a poco que lo haga, se situará donde merece estar por plantel y presupuesto. Los jugadores y cuerpo técnico deben de ahorrar dinero en cirios y reconocer que son muy superiores a la mayoría de los equipos que componen el Grupo, pero esa superioridad, si no va acompañada de humildad, entrega y sacrificio, no suele ser patente ante otros equipos que tiran de casta y orgullo para defender sus intereses, aunque estos sean menores.

La UD Melilla visita el domingo el Antonio Peroles de Roquetas para enfrentarse al titular de la ciudad. Un equipo que estaba prácticamente desahuciado pero que ha tenido una reacción extraordinaria en las tres últimas jornadas, en las que han conseguido encadenar un empate y dos victorias que lo han hecho abandonar y distanciarse en tres puntos de la zona de descenso. Aún así, y aunque está claro que en fútbol todo es posible, el Melilla debe imponer su mayor potencial en cuanto a cantidad y calidad de su plantilla para traerse los tres puntos en disputa.

La competición está en un momento clave para definir posiciones y para 'matar' si hace falta por ellas por lo que no se puede volver a fallar ante un equipo inferior. Para ello, el Melilla deberá mostrar sus cartas desde el inicio y no especular con el tiempo y con el marcador. Los azulinos deben de aprovechar la oportunidad que le vuelve a dar el calendario para dar el tan esperado golpe de autoridad sobre la mesa porque, entre otras cosas, el margen de error es casi inexistente. No se puede estar continuamente aludiendo a que todavía queda tiempo suficiente porque en realidad no es así. El tiempo que queda es el mismo para todos y, todos, a excepción de los ya descendidos, tienen sus metas que cumplir. Los que están arriba de manera inesperada, porque ahora ya se lo creen y quieren más; los de abajo por salir de la quema, y los de en medio, porque ante la mediocridad que abunda en el Grupo, aspiran a conseguir algo impensable en el inicio de la liga.

El Melilla no puede volver a estirar la goma una vez más, porque ésta, tarde o temprano, termina por romperse. El club, y todos sus estamentos, deben tener claro que el futuro de la entidad, tal y como está la cosa, pasa por acabar entre los mejores para, como mínimo justificar la inversión, y, si se consigue algo más, pues mucho mejor.

Los resultados de la jornada acompañaron a los intereses del equipo melillense. Solo el Lucena, que llegó a ir perdiendo, consiguió la victoria. Los lucentinos se impusieron con justicia ante un Badajoz venido a menos desde la marcha de su técnico y que encadenó su quinta derrota consecutiva; por su parte el equipo cordobés, tras recibir la medicina adecuada que le facilitó el Melilla el domingo anterior, volvió a creer en sus posibilidades y se situá, pese a quien le pese, en segunda posición de la tabla a tan solo tres puntos del líder, el Cádiz CF.

Cádiz y Balompédica Linense protagonizaron un duelo de rivalidad regional que se vivió más en la grada, casi ocho mil espectadores, que en el terreno de juego. Poco fútbol ofrecieron dos de los equipos que mejor lo estaban haciendo, por lo que el reparto de puntos puede considerarse justo.

Puertollano y Jaén acabaron en tablas su duelo que deja a los manchegos en quinta posición, a un punto del cuarto, y a los jienenses con posibilidades de seguir soñando a pesar de las numerosas bajas con las que los de Herrero afrontaron el partido.

El Sevilla Atlético vuelve a entrar en la lucha por estar entre los mejores y pudo con la resistencia del Cacereño que vieron como los de Tejada rompieron su magnífica racha de trece partidos sin perder. De igual modo, la AD Ceuta volvió a decepcionar a su afición al caer en su visita a Lepe donde se midió a un renovado San Roque que, a pesar de las bajas considerables, mereció la victoria ante un equipo que queda deambulando por tierra de nadie a pesar de disponer de una plantilla para estar mucho más arriba en la clasificación.

El Betis B de Vidakovic volvió a dar muestra de su iregularidad, sobre todo en la segunda vuelta del campeonato, y cayó merecidamente ante un Villanovense que ha mejorado muchísimo en las últimas jornadas. El filial verdiblanco volvió a mostrar su cara B y apenas inquietó el portal extremeño por lo que, en estos momentos, es el rival azulino que más papeletas tiene para abandonar los puestos de privilegio.