El conjunto azulino venció al filial del Murcia con un gol de Andrés Ramos a falta de cinco minutos para el final.
No pudo ser. La UD Melilla hizo lo que debía que no era otra cosa que ganar y esperar que el Real Jaén fuera capaz de, al menos, empatar en Los Cármenes para hacerse con el título de campeón. Pero el Granada no falló y mantuvo en su poder el primer puesto que cedieron los azulinos, hace cuatro semanas, tras empatar a dos goles con el Lucena.
A partir de ahí UD Melilla y Granada CF han mantenido un auténtico pulso de titanes que ha finalizado de manera favorable a los de la Alhámbra, con los mismos puntos que los melillenses, ambos con 76, pero con el ‘goal average’ particular a favor de los rojiblancos.
Así las cosas, y salvo novedad de última hora, la UD Melilla tendrá como rival a un cuarto clasificado de los otros tres grupos, a saber: Pontevedra, Universidad de Las Palmas o Alcoyano que han sido los equipos que terminaron la fase regular en dicha posición en los grupos I, II y III de Segunda ‘B’.
En cuanto al partido en sí, tuvo dos tiempos muy diferenciados.
En la primera parte, la UD Melilla trató de llevar la iniciativa ante un Murcia ‘B’ que se plantó muy bien sobre el terreno de juego y dificultó las pocas acciones ofensivas de los locales. Llegando incluso a dominar el juego durante gran parte de este período.
El juego desplegado por los azulinos fue muy deslavazado, sin continuidad e impreciso. La ansiedad se apoderó de los melillenses que no encontraban la manera de acercarse con peligro a la meta defendida por Pulpo Romero.
Las dos únicas ocasiones del Melilla tuvo como protagonista a Yagüe. La primera tras recibir un pase de Sufi a a los tres minutos de juego y la segunda en el 14 mediante un disparo lejano que salió por encima del larguero.
La oportunidad más clara fue para el visitante Andrés al rematar sólo ante Verdejo que respondió con una gran parada evitando el gol pimentonero.
En el segundo acto cambió de manera radical la decoración y la escuadra melillense fue muy superior al filial murciano.
La UD Melilla recuperó sus señas de indentidad y buscó con ahínco y buen juego la portería adversaria.
Así fueron sucediéndose las ocasiones. Primero Andrés Ramos a la media vuelta. Después Manolo Pérez desde fuera del área. Más tarde Carlos Ruiz lo intento en un par de ocasiones desde lejos, pero la pelota se negaba a entrar en la portería granate.
Entre medias, Andrés, delantero centro del equipo murciano y una auténtica pesadilla para la zaga local, tuvo dos claras ocasiones. En el 48 a pase de Cristian fusiló a Verdejo que en un alarde de reflejos atajó el peligro. Tres minutos más tarde y tras un despiste defensivo, golpeó fuera por poco.
La anécdota ocurrió cuando el crono marcaba el minuto 62 y la grada enloqueció al confundir el segundo gol del Granada con el empate del Jaén. A partir de ahí la afición no paró de animar al equipo y el Melilla tocó arrebato.
Las ocasiones se sucedieron una tras otra y en el minuto 72 Andrés Ramos envió al fondo de la red tras recibir un pase de Albert Yagüe pero el árbitro lo anulo a instancias del asistente.
En estas llegó el minuto 85 cuando nuevamente Yagüe, muy activo durante todo el partido, entró por banda izquierda, buscó el pase raso al segundo palo y Andrés Ramos remachó a las mallas, anotando el gol que a la postre sería definitivo.
En los últimos minutos el Melilla pudo ampliar el marcador pero este ya no se movería. La afición despidió con una ovación a los jugadores.