El Melilla parece levantar el vuelo tras un inicio de temporada nefasto y ayer volvió a llevarse los tres puntos al derrotar a domicilio al Almería B. El cuadro norteafricano logró en el anexo de los Juegos Mediterráneos su tercera victoria consecutiva, tras las cuatro derrotas con las que inició la campaña. El choque ante el filial almeriense, un encuentro muy disputado, se acabó resolviendo por el único gol obra de Velasco que batió a Lopito con un potente disparo de falta directa, totalmente imparable.
Las ocasiones brillaron por su ausencia y fue en los últimos minutos cuando los locales fueron a por el triunfo, momento en que el Melilla pudo sentenciar en varias contras pero terminó sufriendo relativamente al no aprovecharlas y al quedarse con diez. Y es que los visitantes tuvieron que afrontar los últimos minutos con uno menos por la expulsión de Velasco que veía la segunda amarilla.
El partido empezó con dos equipos que no dieron ningún tipo de facilidad al adversario: Los melillenses buscaron tener posesiones largas y controladas para evitar los rápidos contragolpes del conjunto local, uno de sus mayores peligros. Con todo ello, el dominio en el juego era alternativo, con un ritmo poco intenso y con mucho juego en el centro del campo por parte de los dos contendientes.
Las ocasiones no llegaban en ninguna de las dos áreas, hecho que jugaba a favor de un Melilla que esperaba su ocasión. La primera llegó en el minuto 18 cuando Richi ejecutó un disparo que se marchó por encima de la meta de Dorronsoro. El Melilla iba a abrir el marcador en la primera de la que dispuso.
Fue una falta a unos 20 metros de la portería de Lopito por mano de Cristóbal. Parecía lejana pero la lanzó magistralmente a la escuadra Velasco y nada pudo hacer el portero almeriense, como nada podría haber hecho ningún otro portero. Corría el minuto 25 y el marcador ya no se movería.
El tanto le dio aire a un Melilla que siguió a lo suyo, más tranquilo por jugar con el marcador a favor. El Almería B cogió entonces el dominio pero tuvo muchos problemas para superar el centro del campo. Pasada la media hora llegó el primer contratiempo para los de Óscar Cano, ya que Fausto tuvo que marcharse lesionado tras sufrir un pinchazo, dejando su lugar a Granada.
Hasta el descanso el Almería B siguió con el timón del partido y tuvo su última oportunidad en el tiempo añadido con un cabezazo mordido de Jonathan que recogió Dorronsoro sin mayores complicaciones.
En el inicio de la segunda mitad pronto iba a probar suerte el Melilla. Velasco tuvo la opción más tempranera con un nuevo tiro de falta directa que Lopito envió a saque de esquina. Un poco más tarde, Chota no pudo cabecear un centro bombeado que rechazó el meta local.
El Melilla se mostraba muy intenso en la presión de la salida de balón de los almerienses, hecho que privó a éstos de poder llegar a las cercanías de Dorronsoro durante muchos minutos. Las pocas opciones siguieron llegando por parte melillense. Edgar pudo marcar en el minuto 61 pero su disparo se marchó algo desviado.
Cinco minutos más tarde, el Melilla pudo conseguir el 0-2, pero Del Moral no pudo finalizar un contragolpe de 3 para 2 dónde Velasco tampoco se mostró preciso al dar la asistencia.
El filial almeriense no inquietaba a los pupilos de Óscar Cano, que no sufrían en defensa pero que tampoco se mostraban acertados en sus llegadas al área local. En los minutos finales el cuadro local se lanzó al ataque, por lo que la opción del Melilla era esperar e intentar lanzar alguna contra para sentencia. Edgar disparó alto y Curra también tuvo su opción. A tres del final Velasco veía la segunda amarilla y dejaba al Melilla con uno menos. Ahí llegó el mayor peligro del Almería B que creo mucho peligro ante la meta de un Dorronsoro que se empleó a fondo para que el marcador no se moviera.
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