La UD Melilla no termina de arrancar cuando ya estamos en el tramo final de la primera vuelta l El domingo está obligada a ganar si quiere que sus números se acerquen a los de permanencia
Si el arranque liguero hubiera sido otro, el encuentro del domingo pasado ante el Arroyo hubiera quedado en mera anécdota. No solo por el resultado sino, incluso, por el mal juego desplegado puesto que siempre se podría recurrir al típico partido malo que suele darse en cualquier temporada. Pero no es el caso. El equipo azulino afrontará el domingo el antepenúltimo partido de la primera vuelta y aunque había evidenciado una clara mejoría tanto en juego como en resultados, ante el Arroyo dejó una impronta de equipo venido a menos. El empate de la pasada jornada frente a un rival directo en la pelea por la permanencia supuso un paso atrás, que no un frenazo, de cara al objetivo principal del club.
Los azulinos dejaron de lado la línea trazada de la que no debían salirse y como consecuencia de ello llegó un traspiés inesperado ante otro adversario de menor potencial tanto económico como deportivo.
El Melilla desaprovechaba a las primeras de cambio una gran oportunidad para salir de la zona de descenso directo ante el primero de los cuatro rivales a los que tenía que medirse en las siguientes cinco jornadas. Ahora, con una menos por delante, no le queda otra cosa que conseguir el triunfo en los próximos tres partidos que afrontará en casa, y a ser posible despedir el año con un resultado positivo en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros ante el Sevilla Atlético. Todo lo que no sea eso, abocará al cuadro melillense a permanecer más tiempo del deseado en la zona peligrosa de la clasificación de la que cada vez costará más salir.
Si importante era el duelo del domingo pasado, de trascendental se puede catalogar el del próximo en el que se medirá al CP Cacereño. Un equipo que hace apenas un mes estaba prácticamente desahuciado y que de la mano de Ángel Marcos ha abandonado la última posición de la tabla hasta situarse en puestos de promoción de permanencia.
El Cacereño llegará al Álvarez Claro después de encadenar, al igual que el Melilla, cinco jornadas sin perder en las que ha sumado once de los últimos quince puntos disputados tras ganar los tres últimos partidos que ha jugado en el Príncipe Felipe y lograr dos empates en sus desplazamientos más recientes. Por su parte el cuadro norteafricano afrontará el choque después de sumar siete de los últimos quince puntos disputados, fruto de una victoria y cuatro empates consecutivos. Los números han convertido al conjunto extremeño en el mejor equipo del último mes de competición.La mayoría de los resultados que arrojó la jornada entraban dentro de lo previsible. De nuevo la igualdad quedó patente en la mayoría de los encuentros en los que de nuevo los empates estuvieron a la orden del día.
La victoria del Cádiz CF confirma la mejoría del cuadro de la Bahía desde la llegada de Claudio Barragán al banquillo amarillo. Ya no por la entidad del rival, el FC Cartagena, o por el resultado (1-3) sino por la autoridad con la que el equipo del Ramón de Carranza se impuso en el Cartagonova. Las dos victorias consecutivas del equipo andaluz lo eleva hasta la segunda posición de la clasificación en la que se encuentra a tan solo cuatro puntos del líder, el UCAM Murcia, que sigue sin perder pero que tas cosechar cinco empates en las seis últimas jornadas ha dejado escapar la jugosa ventaja que tenía sobre sus perseguidores.
El Real Jaén dio la talla en su visita al Municipal de La Línea (1-2) y se mantiene en la tercera posición seguido de la Balona con los mismos puntos (26), a pesar de contar con seis derrotas en su haber. Cosa poco habitual en anteriores temporadas.
La tabla clasificatoria sigue muy comprimida en la zona de abajo. La UD Melilla no puede permitirse un nuevo traspiés ante un rival directo y en una jornada en la que la mayoría de sus rivales directos juegan al igual que los azulinos en su terreno de juego.