El Melilla sigue perdonando en la presente liga

A pesar del empate, los de Óscar Cano siguen distanciados a seis puntos del cuarto clasificado por lo que las posibilidades de cumplir el objetivo siguen siendo reales. Hay que olvidar ya la excusa de la pretemporada.

De nuevo la UD Melilla volvió a defraudar a sus seguidores quienes mostraron su desaprobación por la pérdida de dos nuevos puntos, y van 17, al término del partido.

La escuadra azulina volvió a dejar escapar una gran oportunidad, y van unas cuantas, de acortar diferencias con los puestos que dan derecho a la disputa de las eliminatorias de ascenso, puesto que solo el Cádiz, que se consolida en la cabeza de la tabla, y la Balompédica Linense fueron capaces de sacar sus encuentros adelante en una jornada de claro color visitante que arrojó dos triunfos locales, tres empates y cinco victorias visitantes.

Lo peor de todo es que cada jornada que pasa supone una oportunidad menos de acercarse a los primeros clasificados que se están mostrando de manera irregular en el último tramo de la competición. Con el agravante de que cuando el Melilla fallaba, los de arriba no lo hacían y ahora que lo hacen, los azulinos siguen fallando.

La escuadra melillense se está mostrando como un equipo débil en casa, que es donde se fraguan los éxitos a lo largo de la temporada. Los de Óscar Cano han dejado escapar la friolera de 17 puntos en su feudo en el que tan solo han ganado tres de los diez partidos disputados. El resto se saldó con cuatro empates y tres derrotas. Un bagaje muy pobre para un equipo hecho para conseguir cotas más altas que para deambular por la zona media de la tabla.

La igualdad en el Grupo es tan patente que la diferencia entre el Lucena, cuarto clasificado y el Ceuta, décimo en la tabla es de tan solo seis puntos. Lo que demuestra que, a poco que un equipo encadene una serie de resultados positivos, se mete de lleno en la 'pomada' de los play-offs.

Ya no vale la excusa del 'stage' de Antequera y la de que el equipo se ha hecho deprisa y corriendo y con 'retales' existentes en el mercado. Primero porque la mayoría de los equipos han estado en las mismas circunstancias y, segundo, porque los 'retales' con los que se ha confeccionado la plantilla no han sido nada baratos. La mayoría de los futbolistas llegados al nuevo proyecto, por no decir todos, son jugadores contrastados, los más veteranos, y con una gran proyección, los más jóvenes. Distinto hubiese sido tener que hacer una plantilla a toda prisa y sin dinero pero, afortunadamente, no ha sido el caso de la UD Melilla.

Es cierto que al 'stage' de Antequera, el equipo fue con apenas ocho o nueve jugadores, pero también es cierto que se probaron unos cuantos. El retraso en la confección del plantel ha podido tener sus consecuencias negativas en el tramo inicial de la competición, pero eso ya queda lejos. El domingo, ante el Sporting Villanueva, un equipo a años luz en cuanto a todo con respecto a la entidad azulina, se disputó la jornada décimo novena, la última de la primera vuelta del campeonato. Una primera vuelta en la que el equipo ha demostrado una gran irregularidad. Capaz de lo peor y de lo mejor, aunque hasta el momento no tiene un estilo propio y definido. Al equipo, entre otras cosas, le falta carácter y este debe de aparecer cuanto antes para terminar de enganchar a la gente y, entre todos, remar en el mismo sentido para llegar al puerto deseado. El equipo no enamora y ya ha pasado el tiempo suficiente para erigirse en uno de los verdaderos gallitos del Grupo, porque 'galones' tiene para ello.

Hay que olvidarse ya de la cantinela del mal inicio liguero, entendido y excusado por todos. Ahora lo que hace falta es dar con la tecla definitiva para que la UD Melilla funcione no como una máquina, porque los jugadores son humanos, pero sí como un conjunto comprometido con la institución, con la afición y con la ciudad. De lo contrario, pronto estaremos hablando de la próxima temporada y no de esta a la que aún le queda mucha 'tela' que cortar. Pónganse a ello desde ya, porque pocos clubes, como está el fútbol hoy en día, puede ofrecer lo que ofrece tanto el club como la ciudad de Melilla porque pocas ciudades, también, pueden ofrecer lo que esta y si alguien no está a gusto, por lo que sea, que se dirija al club y solicite marcharse ahora que se está a tiempo. Y si no es así, es hora de ponerse el 'mono' de trabajo y justificar lo que se percibe. Y esto vale tanto para unos como para otros. Tanto para los que se visten de corto como para los que no lo hacen porque da la impresión de que todo da igual y que los problemas se resolverán solos. Una cosa sí está clara, por lo menos así ha sido hasta la fecha: la UD Melilla siempre cumple con sus compromisos aunque a veces lo haga tarde, pero cumple. Ahora, como diría el vasco Aguirre “échenle güevos”.

El domingo visita Álvarez Claro el Real Betis B. El filial verdiblanco, que ocupa la tercera posición en la clasificación, se ha movido durante toda la temporada por la zona alta de la tabla llegando a liderarla por lo que se antoja una buena prueba de fuego para demostrar que se quiere pelear por estar ahí arriba. El equipo que dirige Risto Vidakovic, un técnico que apuesta por el buen trato a la pelota, no llega en uno de sus mejores momentos ya que ha perdido los dos últimos partidos y ha sumado cuatro puntos en las últimas cuatro jornadas disputadas, además de contar con bajas importantes en sus filas. Aún así, seguro que no pondrá las cosas fáciles a los azulinos que deberán exigirse al máximo para doblegar a un rival directo en la lucha por acabar entre los cuatro primeros e iniciar la esperada remontada en una segunda vuelta decisiva y en la que no caben más que los errores justos y necesarios.

La jornada en sí dejó claro que tanto el Betis B como el Lucena, tercer y cuarto clasificado respectivamente, no andan finos y que el Cádiz y la Balona no están por la labor de ceder la ventaja alcanzada sobre sus rivales más directos. Aunque San Roque, Puertollano y Real Jaén, tampoco lo están por la labor alejarse de los puestos nobles.

La AD Ceuta, que comienza el año como lo acabó: con victoria, se ha sumado al grupo de 'posibles' y está dispuesta a engancharse de manera definitiva al tren de la liga. Hecho que complica aún más la lucha por alcanzar el play-off de ascenso.

El Cacereño, que suma ya nueve jornadas sin conocer la derrota, también se ha colocado a tiro de piedra de los perseguidores por el premio 'gordo'. Los de Pedro Braojos se han erigido en el mejor equipo del último tramo liguero por méritos propios a pesar de sus carencias.