La derrota ante el Cádiz hace que se enciendan las alarmas en el club azulino, que aún no tiene asegurada la permanencia. El Betis B de Óscar Cano ya es equipo de Tercera Divisió.
El mal final de campeonato que está realizando el equipo melillense, ha hecho que se enciendan las alarmas en el club que preside Cristóbal Sánchez a pesar de que sólo una hecatombe podría dar al traste con el objetivo de la permanencia. Por lo pronto, el Betis B de Óscar Cano ya es equipo de Tercera División a pesar del contundente triunfo cosechado en el Ciudad de Lepe (0-3), mientras que el próximo fin de semana, si el Melilla consigue el mismo resultado que el Loja CD, evitaría el descenso directo y quedaría a expensas de librarse de la papeleta de jugar la promoción de permanencia.
Las sensaciones que trasmite el equipo y el calendario que debe de afrontar, hace que las perspectivas no sean del todo tranquilizadoras. La UD Melilla depende de sí misma para evitar sobresaltos de última hora y para ello necesita, cuanto antes, un triunfo que le aleje del abismo. Quedan cuatro jornadas en las que el conjunto azulino debe visitar los feudos del Real Jaén, líder del Grupo y que mantiene una encarnizada pelea por el entorchado de campeón con el FC Cartagena, y el del CD San Fernando, que vuelve a ocupar puestos de play-off tras el empate cosechado en el Cartagonova y que peleará hasta el final con el Lucena, la Balompédica Linense, el Almería B y el Albacete Balompié, por acabar ocupando una de las plazas que dan derecho a la disputa de las eliminatorias de ascenso a la Liga Adelante. De igual modo, los azulinos recibirán en el Municipal Álvarez Claro al filial almeriense, sexto en la tabla a tres puntos del cuarto puesto y al Villanovense que encajó la primera derrota de la 'Era' Montes ante el Sevilla Atlético (2-0) y que el próximo fin de semana recibe en el Romero Cuerda al Cartagena.
Ante el Cádiz, la escuadra unionista cosechó su tercera derrota consecutiva de una racha en la que lleva cuatro jornadas sin conocer el triunfo. Los azulinos han sumado un punto de los últimos doce disputados, hecho que ha supuesto para el equipo que dirige Juan Moya pasar de pugnar por los puestos de privilegio a no tener asegurada a estas alturas la categoría. Pero lo peor no es eso. Lo preocupante de verdad es la sequía goleadora que atraviesa el equipo melillense, que suma ya más de 270 minutos sin ver puerta, y a lo que hay que sumar la circunstancia de las bajas por lesiones y por sanciones que están golpeando al cuadro norteafricano, justo cuando más necesario es contar con la totalidad de los efectivos. Sergio Sánchez y Quique de la Mota no serán de la partida para el choque del domingo en La Victoria, ya que ambos vieron ante el Cádiz la quinta tarjeta amarilla. Mahanán sigue recuperándose de la fractura de cúbito que padece en el brazo derecho, y Dorronsoro y David Vázquez estarán entre algodones por sus respectivas lesiones, el primero en el tobillo derecho y el segundo en el hombro izquierdo. Así las cosas, lo único positivo en estos momentos es el soplo de aire fresco que han aportado los juveniles Braim y Borja. El primero debutó a sus 17 años en la Segunda División B y lo hizo ante un histórico como el Cádiz, y el segundo hizo lo propio ante la afición melillense puesto que el fino centrocampista ya debutó hace diez jornadas en el Municipal de San Pablo ante el Écija Balompié.
La jornada arrojó resultados para todos los gustos. De los doce primeros clasificados del Grupo, sólo el Jaén, la Balona y el Sanluqueño, fueron capaces de ganar sus partidos. El resto cosecharon derrotas o no pudieron pasar del empate. La zona caliente de la tabla sigue en plena ebullición y las victorias del Sevilla Atlético y del Arroyo complican la situación del Villanovense que vuelve a ocupar el puesto de promoción de permanencia con 40 puntos, mientras que el filial verdiblanco que dirige el ex técnico azulino Óscar Cano certificó su descenso al pozo de la Tercera División a pesar del holgado triunfo conseguido ante otro de los equipos que acompañarán a los béticos en su triste viaje al infierno.