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El Melilla no pierde la esperanza

El Melilla Baloncesto cumplió con lo esperado y venció con bastante comodidad (93-74) al Planasa Navarra, que desde el principio jugó atenazado por los nervios derivados de las urgencias del equipo, que está al borde del descenso. La victoria se fraguó especialmente en base al acierto exterior de los melillenses, que se apoyaron en la aportación de Suka, los hermanos Almazán y Jorge Sanz desde el perímetro.

 Pese al buen hacer de los de Alcoba, la jornada no pudo ser redonda, ya que el Quesos Cerrato de Palencia ganó con comodidad su partido ante el Lleida (76-65), lo que les permite seguir a dos victorias de los melillenses a falta de otro par de partidos.
Si los palentinos ganan su próximo choque en casa ante el Ourense dará igual lo que ocurra en la última jornada de la competición; quedaría primero el Palencia y segundo el Melilla.
Pese a todo, como reconoció el preparador azulino en rueda de prensa, seguirán luchando hasta el final de la competición para ver si, finalmente, se puede dar la sorpresa.
El partido lo comenzó Alcoba alineando un quinteto con más jugadores teóricamente suplentes de lo que normalmente se puede esperar. El técnico intentaba buscar la sorpresa, aguantar los primeros minutos con un quinteto físico y despegarse en el marcador al poner en liza a los recambios. La táctica casi le sale mal, pues el comienzo del Melilla Baloncesto fue algo titubeante.
La defensa no acababa de aplicarse y concedía tiros fáciles, especialmente al ex azulino Garrido, que comenzó el encuentro anotando siete puntos consecutivos que colocaron una ventaja máxima a favor de los navarros de cinco tantos (5-10).
Fue entonces cuando el preparador melillense decidió sacar del banco a Franch, y después de él, al resto de los teóricamente titulares (Edwards, Sonseca, Pablo Almazán…).
Con ellos comenzó la remontada local, consiguiendo imprimir un parcial hasta el final del primer cuarto de 14 a 0, dejando el marcador en un cómodo 21-12. El conjunto visitante se tiró la friolera de cinco minutos sin anotar en la canasta rival.

Tímida reacción
El segundo cuarto comenzó igualmente dominado por el Melilla, que anotó otros cinco puntos elevando el parcial hasta el 19-0, pero el conjunto navarro mostró una tímida reacción para, con un 0-8, acortar la diferencia en el luminoso.
Si el Planasa no se fue antes del partido fue por la aportación de su base, Enric Garrido, ex jugador azulino, que comandó el ataque norteño y acabó  el partido siendo el máximo anotador de su equipo junto con Oliver Arteaga, con 19 puntos cada uno.
A pesar del buen trabajo del director de juego visitante, tras un tiempo muerto de Alcoba a mediados del segundo cuarto, alertado por la reacción visitante, los melillenses volvieron a mostrarse intensos en defensa y en ataque. Del 28-25 se pasó al 45-33 con el que se cerró la primera mitad en un final de cuarto frenético.
Este golpe de efecto fue definitivo para los intereses navarros, pues ya nunca volvieron a remontar los diez puntos de diferencia en el electrónico.

Segunda parte
Durante la segunda mitad del encuentro el partido se abrió más, los nervios se notaron y las defensas fueron más permisivas, especialmente la del Planasa Navarra, que concedió demasiados tiros fáciles desde el perímetro.
Entre Sanz, Suka y los hermanos Almazán consiguieron hacer creer a la escuadra entrenada por Sergio Lamua que no iban a poder reengancharse al partido.
Al final del partido, Eloy Almazán fue el máximo anotador azulino con 17 puntos, seguido de su hermano, que anotó 14, y de Marcos Suka, que aportó otros 13.

Convencidos de la derrota
El Planasa jugó la segunda parte sin demasiado convencimiento en sus posibilidades. En seguida bajaron los brazos en defensa y comenzaron a perder balones infantiles en ataque.
Ésto fue aprovechado por la escuadra melillense, que no le dejó acercarse en ningún momento al marcador.
En el último cuarto la diferencia se llegó a aumentar hasta los 21 puntos, y con el partido resuelto, Alcoba hizo debutar como local a Jorge Rodríguez, que se pudo llevar a casa la ovación de la afición y dos puntitos en su cuenta particular.
El Melilla Baloncesto se medirá la próxima semana al Actel Força Lleida en Cataluña, con la esperanza de lograr una victoria y esperar a la derrota en casa del líder de la competición.
Si finalmente no se consigue el ascenso directo a la máxima categoría del basket español, lo que parece muy probable, no será por el juego demostrado en estos últimos encuentros, sino por las derrotas ante el Joventut o Cocinas.com .
Aún así, si el Melilla Baloncesto sigue desplegando este juego, sin duda serán uno de los más serios candidatos a ganar el play off de ascenso a la ACB.

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