La UD Melilla necesita reaccionar ya. Los azulinos afrontan ahora dos partidos consecutivos en casa con la obligación de ganar.
Betis B y San Roque de Lepe aclararán o enturbiarán el camino del conjunto norteafricano a lo largo de un campeonato que no ha comenzado con buen pie y que se puede convertir en un auténtico calvario si no se pone remedio cuanto antes. El equipo sigue sin dar la talla. El domingo ante un Real Murcia con más sombras que luces los de Currás no dieron sensación de peligro en ningún momento. Todo lo contrario. Antes de cumplirse el primer minuto de juego los unionistas ya habían visto perforada su portería en una ocasión, que pudieron ser dos.
El centro del campo, de lo poco que pudo salvarse de la quema, mantuvo al equipo metido en el partido hasta que al filo del descanso llegaba el 2-0 y con ello se esfumaba cualquier atisbo de reacción. El Murcia, sin hacer nada del otro mundo, dio buena cuenta de un Melilla timorato al que pudo golear. Son tres derrotas ya en tan solo cinco partidos disputados, por lo que urge buscar soluciones para que el equipo se reencuentre si es que alguna vez ha llegado a encontrarse en este tramo inicial.
Igual las soluciones no deben ceñirse simplemente al tema táctico o a la propuesta que quiere el técnico. Igual estas pasan por buscar revulsivos dentro del plantel y mandar a más de uno a la grada para que haga examen de conciencia. Lo que está claro es que el equipo no está bien, y no lo está porque varios de sus integrantes no atraviesan precisamente por su mejor momento. Esto es cuestión se sumar y no de restar. De juntar a los que mejor estén. De motivar a los que puedan no estarlo y de paso evitar que el acomodo tenga cabida en un once en el que casi siempre juegan los mismos.
Ahora toca centrarse en preparar el próximo envite liguero en el que el Melilla se medirá el domingo a las 12:00 horas al Betis B. Un equipo que al igual que el unionista ocupa zona de descenso directo y que junto al Jumilla es el que más goles ha recibido (9) hasta la fecha, lo que indica la fragilidad de la defensa verdiblanca. Ante el filial bético no valen excusas. No cabe otra cosa que no sea sumar los tres puntos en juego para dar un alegría a la paciente afición melillense, además de para preparar el siguiente compromiso en casa frente a otro rival como el San Roque, que aún no conoce la derrota.
Resto de la jornada
La jornada arrojó resultados para todos los gustos. Seis victorias locales, tres empates y un triunfo visitante dejan a las claras la importancia del factor campo en una competición que se presenta muy igualada. La solvente victoria del Granada B encarama al equipo que dirige el ex azulino José Miguel Campos a lo más alto de la clasificación, seguido de La Hoya Lorca, el Mérida y el UCAM Murcia. En la zona caliente siguen atascados la UD Melilla y la Balompédica Linense, a pesar del buen juego que están desplegando los de La Línea de la Concepción. El Jumilla tiene pinta de convertirse en la cenicienta del Grupo IV tras la 'espantá' que ha llevado a cabo el grupo inversor que estaba dispuesto a llevar las riendas del conjunto murciano, y que ha arrastrado de paso a la marcha de varios de los jugadores que aportaron. Mientras que la victoria del FC Cartagena frente el Almería B le ha valido al equipo departamental para abandonar los puestos de descenso directo en detrimento del Betis B. Salvo el filial verdiblanco, los otros tres son los únicos equipos que aún no han saboreado las mieles del triunfo. En mitad de la tabla se sitúan equipos como el Villanovense, el Real Jaén y el Algeciras tras sumar su segundo triunfo en la liga; mientras que el Cádiz CF sale de los puestos de playoff al no pasar del empate en su visita al Municipal de Marbella. El recién descendido Recreativo de Huelva sigue sin cogerle el ritmo a la competición y se mantiene muy cerca de la zona peligrosa de la clasificación.