El conjunto azulino desaprovechó otra oportunidad para acercarse a los puestos nobles de la tabla en una jornada propicia para ello.
La Unión Deportiva Melilla cierra con una nueva derrota un mes de febrero para olvidar en el que ha sumado sólo cinco de los quince puntos que ha disputado. Los de Juan Moya, tras un comienzo de mes esperanzador en el que vencieron al Albacete Balompié, han encadenado cuatro partidos seguidos sin ganar en los que han encajado dos derrotas y sumado dos empates. Un bagaje más bien pobre, que ha hecho que el equipo unionista se sitúe en mitad de la tabla cuando mejor pintaban las cosas para asaltar la zona noble de la clasificación general.
Y es que la derrota frente al UCAM Murcia sigue escociendo más de la cuenta, independientemente de que el plantel melillista haya perdido potencial en el mercado de invierno con la marcha de dos hombres de corte defensivo de la zona medular, precisamente la línea del equipo que más se ha resentido en cuanto al equilibrio del que hacía gala antes del parón navideño cuando Dani Fragoso y, sobre todo, Fausto Tienza formaban parte de la disciplina azulina. La incorporación de David Vázquez puede considerarse un refuerzo de lujo de cara a potenciar el juego ofensivo del equipo, pero no es menos cierto que en el aspecto defensivo el equipo ha bajado muchos enteros como demuestra el hecho de haber encajado goles en sus últimos cuatro enfrentamientos.
Frente al Atlético Sanluqueño, que dirige el que fuera técnico unionista, Pedro Buenaventura, la escuadra norteafricana volvió a mostrar las dos caras a las que nos tiene acostumbrado en los últimos tiempos. Los de Juan Moya fueron superiores en un primer acto del que debieron sacar más partido y marcharse al vestuario con ventaja en el marcador. Tras el arranque inicial del cuadro verdiblanco, los azulinos se hicieron con las riendas del choque debido a su mayor control sobre el cuero, pero la falta de puntería a la hora de definir convirtió en estéril la iniciativa y el esfuerzo realizado en los primeros 45 minutos de partido. David Vázquez, Velasco, Jairo Álvarez y César Díaz dispusieron de ocasiones lo suficientemente claras para sacar ventaja de ellas, aunque ninguna de ellas acabó con la pelota dentro del marco andaluz. Sin embargo, tras el descanso, el equipo de Buenaventura sacó demasiado partido de las dos ocasiones que dispuso para poner tierra de por medio y llevar el duelo a su terreno en el que supo amasar un triunfo que vale su peso en oro para huir de la zona peligrosa y asentarse en la franja templada de la clasificación.
La misión no era fácil sino todo lo contrario. El Palmar era y sigue siendo, uno de los campos más complicados del Grupo IV, pero, a pesar de ello, el equipo unionista viajaba con la ilusión por bandera y sin ánimo de especular para regresar a la senda victoriosa en una jornada en la que habían varios enfrentamientos directos y en la que además acompañaron los resultados. Tanto, que la UD Melilla sigue a una distancia muy próxima de los puestos que dan derecho a disputar las eliminatorias de ascenso a Segunda División. Objetivo que no es el prioritario para esta temporada, pero que no por tanto repetirlo hay que apartarlo de manera definitiva del horizonte. Sobre todo si vemos como se está desarrollando un campeonato en el que parece que a los equipos que pisan la zona privilegiada, les pesa demasiado la responsabilidad.
La irregularidad que están mostrando los equipos de la zona media alta de la tabla, hace concebir esperanzas en cuanto a que sí se puede pelear por conseguir un premio mayor. De hecho, en esta jornada la zona de play-off tiene un nuevo inquilino. La Balompédica Linense, que durante el primer tercio de la Liga ocupó puestos de la zona baja, incluso de descenso directo, se ha colocado en cuarta posición a pesar de no estar desplegando un fútbol vistoso. El Lucena, otro equipo humilde, también está a tan sólo un punto de la nobleza, por no mencionar también al Écija de Miguel Rivera que vuelve a colocarse a tiro de piedra de la zona privilegiada. Mientras que el San Fernando, casi con el mismo bloque que ascendió de la tercera división, se mantiene a trancas y barrancas entre los elegidos para metas mayores. Así las cosas, no es descabellado pensar que el Melilla puede también alcanzar metas mayores, porque plantel, aunque corto, tiene para ello. Los números están ahí y el Linense, por poner un ejemplo, se ha alzado al cuarto puesto a pesar de contar con nueve derrotas, las mismas que el conjunto melillense y el Albacete y el Écija acumulan siete, demasiadas a estas alturas en cualquier temporada aunque la presente está resultando atípica. Cualquiera puede ganarle a cualquiera y de esa situación todos quieren sacar provecho. La mayoría de equipos implicados en la zona alta venden el mensaje de la permanencia, pero mientras tanto afilan los colmillos para luchar sin denuedo por intentar salir del pozo de la Segunda División B. Aquí, camarón que se duerme, se lo lleva la corriente y por eso hay que ser valientes, ponerse las pinturas de guerra y, sin apartarse de la línea de la humildad, ir a por todas en lo que resta de campeonato. Después habrá tiempo de lamentarse o no, pero ahora toca despechugarse y, por lo menos, morir en el intento de conseguirlo.En cuanto a la jornada en sí, cabe destacar la derrota del Cádiz frente al Sevilla Atlético que sale de esta manera del descenso directo, puestos en los que vuelve a caer el Villanovense tras caer fulminado ante el Cacereño en el Príncipe Felipe. El Mayayo fue testigo de un duelo de necesitados entre el UCAM y el Betis B, penúltimo y último clasificado respectivamente, que acabó en tablas y con reparto de puntos que de poco sirve a los intereses de ambos.
Por su parte el Loja, próximo rival del Melilla, sumó una victoria importantísima frente a La Roda. El equipo granadino sigue aferrándose al sueño de salvar la categoría y vendrá al Álvarez Claro con la idea de dar continuidad a su buena racha como visitante ya que ha sido capaz de sumar cuatro de los seis puntos disputados en los dos últimos partidos que ha jugado lejos del Medina Lauxa.
El San Fernando logró un valioso punto en el Carlos Belmonte ante un equipo que mereció mucho más y que reclamó hasta dos penas máximas en el área isleña, mientras que los de Pepe Masegosa lograron igualar la contienda precisamente desde los once metros por mediación de Pedro Carrión. El Cartagena tampoco pudo pasar del empate en su visita al Ciudad de Lepe. Los de Pacheta salvaron un punto que mantienen al equipo departamental en lo más alto de la clasificación general.
Ambos equipos están metidos de lleno en la lucha por hacerse un hueco en las plazas que dan derecho a la disputa de las eliminatorias por el ascenso de categoría.
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