Los hombres de Quique Soto realizaron un buen partido y consiguieron tres puntos de vital importancia para continuar peleando hasta el final para permanecer una temporada más en la Segunda División. El Melilla FS sumó tres puntos de oro para seguir inmerso en la pelea por la permanencia y desde el principio salió con muchas ganas.
La primera ocasión con peligro tuvo como protagonista a Juanillo, quien tras deshacerse de su defensor soltó un gran zapatazo desde la banda derecha, pero el portero catalán reaccionó bien y evitó el tanto local.
En el minuto 5, Rafita robó el balón en primera línea, pero no estuvo acertado a la hora de definir el mano a mano, ya que un defensor llegó rápido para dificultar el lanzamiento. En la siguiente jugada, Diego Blanco se aprovechó de un rechace de Yiyo tras un tiro lejano para inaugurar el marcador en el pabellón de deportes Javier Imbroda Ortiz (0-1).
Pasado el ecuador del primer tiempo, Juanillo recibió un buen pase de Gonzalo para disparar a portería, pero la suerte dio la espalda al equipo local, puesto que el balón pegó en el palo. A partir de aquí llegaron los mejores momentos para el Melilla FS y pudo llegar la igualada, pero Gonzalo no llegó al segundo palo tras pase de Juanillo. El técnico del conjunto visitante solicitó tiempo muerto.
Los melillenses tuvieron que bajar el listón en defensa porque cometieron la quinta falta a falta de seis minutos para el descanso.
En el minuto 14, Gonzalo estrelló el balón en el larguero después de disparar desde el borde del área tras recibir un buen pase de Jesús Calvo.
Pasaron los minutos y las ocasiones se alternaron en las dos porterías, aunque ninguna creo demasiado peligro, por lo que los porteros tuvieron poco trabajo.
Con el 0-1 en el marcador se llegó al descanso después de 20 minutos marcados por un rechace, que supuso el único gol hasta el momento.
La segunda mitad comenzó con una gran parada de Yiyo, aunque en la siguiente jugada, el portero del conjunto visitante salvó a su equipo de encajar el tanto del empate con una gran mano tras tiro de Gonzalo. Poco después, Rafita envió el balón al palo cuando todo el mundo cantaba el empate.
Los hombres de Quique Soto presionaban en toda la pista para robar el balón. Juanillo no pudo finalizar una buena triangulación, en buena medida porque el portero visitante lo evitó con una buena intervención.
Rafita recibió un buen pase de Yusef y probó fortuna con una vaselina, peor el balón salió por encima del larguero. En la siguiente jugada, Juanillo disparó desde la banda derecha y el balón se estrelló en la parte posterior del poste. El Melilla FS estaba desplegando un buen fútbol sala, llegando con mucho peligro a la portería defendida por Rubén, pero el portero catalán no estaba por la labor de encajar gol.
La fortuna seguía dando la espalda a los locales, ya que Rafita en el minuto 30 volvió a enviar el balón al palo. En la siguiente acción, Gonzalo se aprovechó del primer rechace del meta visitante para anotar el 1-1 y conseguir su primer gol con la camiseta del Melilla FS.
El cuadro de la ciudad autónoma siguió acosando la portería rival, por lo que el entrenador del equipo catalán solicitó tiempo muerto para parar las acometidas melillenses.
A falta de cinco minutos para la conclusión, Yusef puso a su equipo por delante en el marcador al finalizar una buena jugada entre Jesús Calvo y el goleador (2-1). En la siguiente jugada, el Sala 5 Martorell optó por jugar con Julio como portero-jugador y en el primer ataque con superioridad, los visitantes estuvieron muy cerca de marcar, aunque Yiyo evitó el tanto. En el minuto 36, Julio consiguió el 2-2 tras aprovechar un rechace del portero local.
Los hombres de Quique Soto no se vinieron abajo y siguieron acosando la portería rival. Gonzalo anotó el 3-2 con un sutil disparo por el palo corto. La escuadra visitante siguió con Julio como portero-jugador, pero los locales defendieron como auténtico perros de presa, realizando un gran desgaste físico.
Sonó la bocina y los jugadores melillenses se tiraron al suelo porque estaban sin fuerza, ya que el esfuerzo realizado para conseguir los tres puntos mereció la pena.