El conjunto melillense demsotró que en su cancha son un equipo duro de batir
El público del Javier Imbroda Ortíz, desmotró en la noche de ayer que quiere baloncesto. Los más de 2.500 espectadores que llenaron las gradas del pabellón melillenses animaron, saltaron y disfrutaron de un partido que puede ser el mejor que ha vivido el Melilla Baloncesto esta temporada.
El conjunto de Gonzalo García consiguió una importante victoria ante un Ford Burgos, que demostró que quiere estar en la ACB. Mucha intensidad en el juego y una dura defensa por parte de ambos conjuntos fueron las señas de identidad que marcaron el rítmo del choque.
El primer cuarto arrancó con dos conjuntos que desde los prieros compases fueron a abrir diferencias en el electrónico, aunque las defensas no se lo dejaron nada fácil. Los burgaleses fueron los primeros en poner el marca dor a su favor con una impresionante muestra de potencial físico de Anagoyen, que estuvo imparable durante todo el choque. Dos puntos de nigeriano pusieron por delante al equipo de Casadevall, a falta de cuatro minutos, 8-11. Pero el conjunto melillense no estaba dispuesto a dejar ‘campar a sus anchas’ a los burgaleses, y Starosta hizo vales sus centímetros en la pintura provocando varias faltas personales. Dos puntos de Morley marcaron la máxima diferencia hasta el momento, 10-15, a falta de 1’50” para el final, pero cuatro puntos de Jiménez dejaron finalmente el marca dor en 14-17.
En el segundo cuarto los melillenses narcaron desde los primeros compases el rítmo del choque. Coppenrath volvió a adueñarse de la zona, y el pívot norteamericano desplegó toda su gama de rebotes y posiciones bajo el aro. Los locales se pusieron por delante 26-20 y vieron el camino de la victoria. El conjunto burgalés con más ansiedad que cabeza perdió dos buenas ocasiones para anotar con balones fáciles de Gómez. Un triple de Romero abrió una pequeña brecha en el electrónico, 31-24, que supo mantener hasta el descanso para cerra el periodo en 33-28.
El partido seguía abierto y con alternativas para los dos conjuntos. Anagoyen asumió la responsabilidad del ataque burgalés y lo hizo a la perfección ganando la partida a Starosta, que vió como el nigeriano imponía su potencial físico para darle la vuelta al electrónico, 43-44, pero dos puntos de Morentín y una bandeja de Huertas dejaron el marcador en 47-44.
Con todo por decidir se llegó al último periodo. Un triple de Corrales empataba el choque a 47 puntos. Anagoyen siguió en su misma línea y dos puntos de nigeriano pusieron a los viitantes por delante 47-49, pero apareció la mano mágica de Juanma Ruíz, para anotar un triple para el equipo local, que pusieron juevamente a los melillenses por delante. El partido entró en un intercambio de canastas sin que ninguno d elos dos conjuntos pudiera marcar una buena diferencia para llevarse el choque. Robinsson asumió la responsabilidad del equipo en ataque y dos puntos de norteamericano pusieron el partido de cara para los melillenses, 60-56 a falta de 33 segundos. El partido se decidió desde la línea de tiros libres donde los locales no fallaron.
El público del Javier Imbroda Ortíz, desmotró en la noche de ayer que quiere baloncesto. Los más de 2.500 espectadores que llenaron las gradas del pabellón melillenses animaron, saltaron y disfrutaron de un partido que puede ser el mejor que ha vivido el Melilla Baloncesto esta temporada. El conjunto de Gonzalo García consiguió una importante victoria ante un Ford Burgos, que demostró que quiere estar en la ACB. Mucha intensidad en el juego y una dura defensa por parte de ambos conjuntos fueron las señas de identidad que marcaron el rítmo del choque.El primer cuarto arrancó con dos conjuntos que desde los prieros compases fueron a abrir diferencias en el electrónico, aunque las defensas no se lo dejaron nada fácil. Los burgaleses fueron los primeros en poner el marca dor a su favor con una impresionante muestra de potencial físico de Anagoyen, que estuvo imparable durante todo el choque. Dos puntos de nigeriano pusieron por delante al equipo de Casadevall, a falta de cuatro minutos, 8-11. Pero el conjunto melillense no estaba dispuesto a dejar ‘campar a sus anchas’ a los burgaleses, y Starosta hizo vales sus centímetros en la pintura provocando varias faltas personales. Dos puntos de Morley marcaron la máxima diferencia hasta el momento, 10-15, a falta de 1’50” para el final, pero cuatro puntos de Jiménez dejaron finalmente el marca dor en 14-17.En el segundo cuarto los melillenses narcaron desde los primeros compases el rítmo del choque. Coppenrath volvió a adueñarse de la zona, y el pívot norteamericano desplegó toda su gama de rebotes y posiciones bajo el aro. Los locales se pusieron por delante 26-20 y vieron el camino de la victoria. El conjunto burgalés con más ansiedad que cabeza perdió dos buenas ocasiones para anotar con balones fáciles de Gómez. Un triple de Romero abrió una pequeña brecha en el electrónico, 31-24, que supo mantener hasta el descanso para cerra el periodo en 33-28.El partido seguía abierto y con alternativas para los dos conjuntos. Anagoyen asumió la responsabilidad del ataque burgalés y lo hizo a la perfección ganando la partida a Starosta, que vió como el nigeriano imponía su potencial físico para darle la vuelta al electrónico, 43-44, pero dos puntos de Morentín y una bandeja de Huertas dejaron el marcador en 47-44.Con todo por decidir se llegó al último periodo. Un triple de Corrales empataba el choque a 47 puntos. Anagoyen siguió en su misma línea y dos puntos de nigeriano pusieron a los viitantes por delante 47-49, pero apareció la mano mágica de Juanma Ruíz, para anotar un triple para el equipo local, que pusieron juevamente a los melillenses por delante. El partido entró en un intercambio de canastas sin que ninguno de los dos conjuntos pudiera marcar una buena diferencia para llevarse el choque. Robinsson asumió la responsabilidad del equipo en ataque y dos puntos de norteamericano pusieron el partido de cara para los melillenses, 60-56 a falta de 33 segundos. El partido se decidió desde la línea de tiros libres donde los locales no fallaron.