Los melillenses no acertaron en la última posesión cuando restaban seis segundos.
El Melilla Baloncesto no pudo hacerse con el triunfo en su visita a Girona donde perdió por solo dos puntos en un encuentro muy igualado que tuvo un final intenso y cargado de emoción en el que pudo ganar cualquiera. Con el 78-76 tras triple de Guirao, el conjunto visitante pedía tiempo y con solo un par de segundos Devries probaba suerte desde la línea de tres y fallaba.
El partido se solucionó gracias a la fe de Freimanis y Middleton en el último cuarto del partido, acompañados por los tres triples de Nacho Ordín al inicio del tercer cuarto que daban aire al Girona en el marcador.
El Melilla visitaba Girona con las miras puestas en conseguir su segundo triunfo de la temporada a domicilio y prolongar su racha tras dos victorias consecutivas.
El choque entre el Girona y el Melilla Baloncesto estuvo marcado antes de su comienzo por la rueda de prensa que dio esta semana del equipo local en la que declaró que llevan tres meses sin cobrar. El equipo después de esto salió muy concentrado para intentar ganar el partido, con la esperanza de que el club encuentre este dinero y la directiva consiga enderezar el rumbo del club. Pero el nerviosismo se notó en los primeros compases en los jugadores del cuadro local que no estuvieron muy acertados en el primer cuarto. La defensa de ajustes del Melilla Baloncesto tampoco les ponía las cosas fáciles. Además el equipo entrenador por Gonzalo García de Vitoria proponía una defensa en toda la pista aunque sin mucha intensidad, sí retardaba la subida del balón por parte del Girona. En los primeros minutos los dos equipos se intercambiaron canastas a ambos lados de la pista aunque el conjunto melillense buscaba el juego interior de Girona. Así concluían los diez primeros minutos con la diferencia de un solo punto al final del primer cuarto.
Con el paso de los minutos y debido a la baja de Labuckas en el Girona, el entrenador gerundense le brindaba la oportunidad al joven Alarcón para dar unos minutos de descanso a los pívots locales. El jugador visitante Wachsmann conseguía en este primer cuarto seis puntos y, acompañado de Manzano, eran los jugadores del ataque melillense que estaban más acertados.
En el segundo cuarto la salida local con un triple de Pino daba una diferencia de cuatro puntos a los catalanes aunque la entrada en pista de Suka-Uma con otro triple y una canasta del Odiakosa con un mate espectacular, daban la vuelta al marcador y ponían un punto por delante al equipo melillense.
A partir de ahí una canasta más un 2-1 de Coleman ponía de nuevo por delante en el marcador al conjunto de Girona. El propio jugador hacía la tercera falta y esto le llevaba al banquillo y se recortaban así los minutos de los pívots locales ya que llegaban las rotaciones.
El Melilla Baloncesto en estos dos primeros cuartos no buscó un partido vistoso pero sí de desgaste para el rival ya que su entrenador rotó bastantes jugadores para intentar llegar fuertes al final del partido.
El inicio del tercer cuarto fue explosivo por parte del base del Girona Nacho Ordín. Con tres triples casi consecutivos, daba una ventaja en el marcador al inicio del tercer cuarto de cinco puntos a los locales. Ordín conseguía así volver a ser el jugador resolutivo que había demostrado antes de su lesión aunque reapareció también un ex del Girona, Devries, que empezó a calentar la muñeca. El partido, aunque no fue muy vistoso, iba creciendo en emoción. Los equipos no podían irse con mucha diferencia en el marcador y al final de este tercer cuarto Girona ganaba de cuatro. El cuadro visitante en ningún momento dejó que los gerundenses se escaparan en el luminoso.
En los diez minutos finales Devries cogió el mando para el conjunto melillense mientras que Middleton y Freimanis anotaban por parte local. Devries consiguió tres triples más una canasta y falta personal, más un tiro libre convertido poco después, dando a su equipo aire para empatar el partido a 73. Todo quedaba por decidirse.
A partir de ese momento los dos equipos intercambiaron canastas y un 2+1 de Suka-Umu a 22 segundos para el final del partido ponía por delante al equipo melillense. La pizarra de Tabak entró en escena y planteó una jugada en la que parecía que Nacho Ordín sería el actor principal. El equipo movió el balón y dejó solo a Guirao que anotó el triple que ponía con ventaja al Girona. Después el Melilla pidió un tiempo muerto a seis segundos para el final y también probó una jugada con Devries pero su triple no entró. Freimanis defendió bien al jugador rival y evitó que entrara esa última canasta.
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