El mando de la docencia en la dirección de Doña Pilar

CCOO entrega en unos días la primera edición del Premio Pilar Fernández, que será otorgado a los docentes que hayan dedicado toda su vida a la Educación.

Hace pocos meses que Doña Pilar se fue. El pasado mes de enero toda su familia y conocidos se despidieron de ella, de una mujer que estuvo la mayor parte de su vida dedicada a los estudiantes y a los maestros de Melilla. Con mano firme dirigió durante años a varios grupos de docentes sembrando en ellos la ilusión por ser educadores y guiándoles en este mundo complejo de la enseñanza. Doña Pilar tuvo el bastón de mando de la parte femenina de la Escuela Aneja de Magisterio. Una mujer recta, con grandes principios, autoritaria y disciplinada que supo obtener el mayor respecto de sus alumnos y compañeros de profesión no sólo por el cargo que ostentaba, sino por su gran capacidad de trabajo. Pilar Fernández da nombre al primer galardón que se entrega a los docentes en Melilla por su vida dedicada a la enseñanza. Esta iniciativa de CCOO no sólo homenajeará cada año a un maestro que invirtió sus conocimientos y todo su tiempo en enseñar, sino también a Doña Pilar, un gran ejemplo para los maestros y para toda la sociedad por su sacrificio y por su empeño en mejorar la Educación en Melilla.
Su hija, Mercedes Díaz Fernández, aseguró a El Faro que aunque se jubiló en el año 86, nunca pudo apartarse de la docencia. Fue este año y de la manos del entonces alcalde de Melilla Ginés Cañamaque que recibió el lazo de Alfonso X El Sabio, una distinción por su esfuerzo continuado. En aquellos tiempos, los profesores que se jubilaban recibían un aplauso mayor por parte de la sociedad con este tipo de actos solemnes. En concreto, éste se realizó en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea.
La idea de CCOO hace unos meses era realizar un homenaje a los profesores que llevaban la mayor parte de su vida dedicada a la enseñanza en Melilla. Por ello, en el invierno pasado contactaron con Doña Pilar y le hicieron una entrevista, en la que narró cómo eran las condiciones de trabajo en las escuelas cuando comenzó de joven a dar clases y la valoración que hacía de las mejoras en el sistema educativo de hoy en día.
Sin embargo, esta gran profesional falleció en enero y desde el sindicato se decidió poner su nombre, con el permiso de la familia, a un premio anual que reconociera la labor de un docente de la ciudad. Mercedes Díaz destacó que todos recibieron con alegría y orgullo esta noticia, pues también es un reconocimiento al trabajo que su madre realizó a favor de la Educación.
La inquietud por la docencia se ha trasmitido de Doña Pilar a algunas mujeres de su familia como su hija mayor o su nieta e incluso Mercedes Díaz trabaja en un centro docente, aunque ella estudió psicología y está en el área de orientación de un instituto de la ciudad.
La mayor parte de los compañeros de trabajo de las hijas de Doña Pilar resaltan de ella su rectitud. Incluso muchas personas llegaron a tenerle ‘miedo’. No obstante, la seriedad de esta docente y directora se rompía para aconsejar a sus maestros sobre cómo actuar o cómo llevar a cabo un proyecto en concreto. Su autoridad no le quitaba la razón en la mayor parte de los asuntos que trataba y por ello, consiguió el respeto de toda la comunidad educativa. Su exigencia estaba marcada por su trabajo, pues no descansaba y pedía lo mejor de cada una de las personas que trabajaba con ella. Era una de esas personas que sabe dar una de cal y otra de arena, según comentó su hija.
Doña Pilar estuvo en Chafarinas, Ataque Seco que ahora es el colegio España, en el de Prácticas que ahora es el Eduardo Morillas y también dirigió la Escuela Aneja a Magisterio que estaba situada en el Campus.

Una gran iniciativa

Mercedes Díaz destacó que la iniciativa de CCOO era un gran proyecto. En la actualidad, con la crisis económica, los recortes en el ámbito de la Educación y la mala imagen que se tiene de los profesores en la sociedad como los culpables del fracaso del sistema, son necesarios estos reconocimientos. La entrega de este premio supone un homenaje muy merecido a una persona que se merece mucho más las gracias de sus compañeros y de sus alumnos por lo que han aprendido de ella. Así, Mercedes Díaz destacó que siempre se agradece que haya una mención para personas como su madre, que dedicaron toda sus energías, conocimientos, experiencias, fuerzas e imaginación a la educación de la sociedad melillense.

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