El pasado martes, 2 de julio, el Grupo de “Regulares de Melilla” nº 52 (GREG 52) recibió la visita del joven jugador de fútbol D. Borja Garcés Moreno. Borja Garcés nació en Melilla el 6 de agosto de 1999 y es una de las joyas de la cantera rojiblanca, en cuyo primer equipo ya demostró su valía, desde el día de su debut, en el que marcó un gol. Inició su andadura en este deporte en diferentes equipos de Melilla y no olvida sus orígenes, pues es un joven sencillo y comprometido con su ciudad y su trabajo, actualmente en el club rojiblanco.
En su visita, el jugador, que se encuentra en proceso de recuperación tras una importante lesión, dedicó una fotografía suya vistiendo la elástica rojiblanca a los componentes del GREG 52 y dejó firmado un tarbush para ser expuesto, junto con otros tarbush del GREG 52, que están siendo coleccionados, tras ser firmados por personajes públicos de nuestra sociedad, que sean ejemplo de algún tipo de valores comunes a los que deben atesorarse, cuando uno es un Soldado de España.
Mientras estaba en la unidad, no fueron pocos los ‘curiosos’ que quisieron conocerle y tampoco fueron pocos los que ya le conocían, de su infancia y juventud en Melilla, incluido uno de sus primeros entrenadores, que es un Brigada del GREG 52, con muchos años de permanencia en la unidad, que a buen seguro supo inculcarle esa capacidad de sufrimiento y sacrificio y el compromiso con el cometido recibido que tan a gala llevan las Fuerzas Regulares.
Se dio la coincidencia de que el jugador llegó al despacho del Coronel cuando éste estaba recibiendo a un componente de la unidad. La anécdota surgió cuando el Coronel, mientras hablaba con el Soldado Regular, supo que éste era un seguidor acérrimo del club rojiblanco y sobre la marcha preparó una sorpresa al mismo, que fue mayúscula cuando vio entrar por la puerta de ese despacho al jugador, que se mostró muy cercano con el Regular y le dedicó otra fotografía; desde el GREG 52 esperamos que el compartir unos minutos con las fuerzas regulares ayude al jugador en su recuperación y puede acortar los plazos para volver al terreno de juego, quizás, con aires y espíritus renovados.