El juez que investiga el caso de los bebés robados pide ayuda para hallar a las madres de 16 víctima

El magistrado quiere identificar a las mujeres que vendieron sus hijos en Melilla en los años ochenta.

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Melilla, que investiga la compraventa de bebés procedentes de Marruecos entre 1979 y 1985, ha solicitado la colaboración ciudadana para poder identificar a las madres biológicas de 16 víctimas.
El juez encargado de la ‘Operación Oculta’ ha realizado un llamamiento a la ciudadanía para que aporte datos que ayuden a localizar a las mujeres que en los años 80 vendieron a sus hijos en Melilla. La idea es encontrarlas en Marruecos o en cualquier otra parte.
“El fin de cualquier investigación es llegar a la verdad y hacer justicia, averiguando y haciendo constar la perpetración de los delitos, con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación y la culpabilidad de los delincuentes. Ése es el objetivo perseguido”, asegura el magistrado.
En una nota de prensa enviada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla (TSJA), el juez informa de que cualquier madre biológica o cualquier persona que desee ponerse en contacto con los investigadores para exponer su situación debe hacerlo a través del teléfono 952 69 60 33, extensión 221.
Esta investigación se inició tras una denuncia que presentó la Asociación Nacional de Afectados por las Adopciones Irregulares (Anadir) ante la Fiscalía General del Estado el 27 de enero de 2011.

Una investigación de 2011
En el caso de Melilla la denuncia llegó a la Fiscalía Provincial de Málaga (Fiscalía de Área de Melilla) y las diligencias de investigación penal 1/11 se incoaron mediante decreto de la fiscal jefe de Área, el 21 de febrero de 2011.
A la denuncia presentada por Anadir, se acumularon dos posteriores, interpuestas por M.S.T. y M.C.R, dos de las supuestas bebés compradas y vendidas por la trama.
La Unidad Orgánica de la Policía Judicial perteneciente a la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla fue la que identificó a las personas presuntamente relacionadas con los hechos investigados.
En la instrucción llevada a cabo hasta el momento se han detectado 16 posibles casos de personas víctimas de estos hechos, aunque no se descarta que puedan ser identificadas otras, cuyo número se desconoce. En la ‘Operación Oculta’ hay 31 personas implicadas, 16 de las cuales ya han fallecido.
Pese a todos los esfuerzos invertidos durante este tiempo, no se ha logrado identificar a las madres biológicas, siendo ésta la pieza del puzzle que queda por colocar.
Según el TSJA, el trabajo desarrollado por el Juzgado de Instrucción número 2 y por la Guardia Civil de Melilla ha estado dirigido a descubrir la verdad de lo sucedido, “hasta sus últimas consecuencias”.
No obstante, para alcanzar el objetivo final de la investigación es imprescindible llegar a identificar a las madres biológicas de las víctimas.
“Conformarse con los resultados obtenidos hasta el momento, no empleando todos los recursos a nuestro alcance para identificar a las madres biológicas sería una irresponsabilidad por parte de la instrucción”, añade la nota.
Las piezas del puzzle de la ‘Operación Oculta’ han podido ir encajando gracias a la colaboración ciudadana, a los medios de comunicación y a la Guardia Civil, a la que el TSJA reconoce “la laboriosa investigación” que ha llevado a cabo.

Un año y medio  de investigación de la Guardia Civil

El Juzgado de Instrucción número de 2 de Melilla ha imputado a 31 personas en la ‘Operación Oculta’, que desde hace un año y medio investiga una trama de compraventa de hasta 42 bebés en Melilla y Marruecos entre 1979 y 1985. A todos se les acusa de presuntos delitos de suposición de parto, alteración de la paternidad, detención ilegal y falsificación de documentos públicos. Algunos de los imputados cuentan con antecedentes policiales y judiciales. De ellos, doce han fallecido ya. Los que sobreviven tienen una avanzada edad o un delicado estado de salud, por lo que ninguno ha sido detenido, pero la mayoría reconoce haber formado parte de una red que se dedicó durante los años 80 a captar matrimonios adinerados a los que vender un bebé.