Los forenses realizaron ayer la autopsia y la inhalación de humo es, por el momento, la causa más probable de la muerte. Los investigadores creen que el fallecido pudo haber causado el incendio ya que se halló en el coche un acelerador de fuego.
El joven de 24 años fallecido en la mañana del pasado domingo en la calle Benito López Franco, a la entrada de la urbanización Mayorazgo, tenía el dorso de ambas manos, la cara y el pelo parcialmente quemados. Sin embargo, la causa más probable de la muerte de la víctima, identificada como Haimito D. y conocido como ‘Garbancito’, parece ser la inhalación de humo. Así se desprende de los primeros resultados de la autopsia realizada al cadáver. La Policía Nacional, que se hizo cargo de la investigación tras el trágico hallazgo, cree que el joven, que se ganaba la vida como repartidor de butano, pretendía provocar un incendio en el interior del todoterreno en el que fue encontrado, al hallar en el interior del vehículo un acelerador de fuego, según explicaron a El Faro fuentes cercanas a la investigación.
Ésta es, hasta el momento, la hipótesis que parece cobrar más fuerza en las últimas horas, después de que el pasado domingo se anunciara la venganza o el ajuste de cuentas como la línea principal de investigación.
Los servicios forenses examinaron ayer el cuerpo del joven melillense y la inhalación de humo es la causa de la muerte más probable, según indicaron las mismas fuentes a este diario, pues las quemaduras no tenían entidad suficiente como para provocar el fallecimiento del chico. La familia enterrará hoy los restos del joven en el Cementerio Musulmán.
Encerrado en el coche
Los investigadores policiales creen que Haimito D. pudo provocar un incendio en el todoterreno, aunque no está claro si fue de manera intencionada o accidentalmente, según indicaron fuentes cercanas al caso, aunque esta teoría sólo es una de las líneas de investigación, precisaron. El vehículo no era propiedad del joven sino de uno de sus hermanos, según explicaron a este diario fuentes cercanas a la familia.
No obstante, ésta es la hipótesis en la que trabajan los investigadores, al no encontrar otros indicios que pudieran llevar a pensar que hubiera alguien más implicado en los hechos y porque el cuerpo del joven fallecido no presentaba ni golpes ni heridas.
Sobre las huellas de zapato que se encontraron en el cristal de la ventanilla del copiloto, estas mismas fuentes explicaron que el joven se debió quedar encerrado en el interior del vehículo, sin posibilidad de salir. Otras fuentes indicaron que el sistema de cierre centralizado pudo ser la causa de que el joven no pudiera salir al exterior. De hecho, el fallecido quiso escapar, a tenor de las huellas encontradas, pero no logró su propósito ni abriendo la puerta ni rompiendo el cristal.
Todos los cristales del todoterreno estaban ennegrecidos por el efecto del incendio en el interior del mismo. Sin embargo, en la ventanilla del copiloto quedaron grabadas las huellas del intento del joven fallecido de escapar del fuego.
La Policía Nacional concluirá en los próximos días la investigación. Ésta se inició a primera hora de la mañana del pasado domingo. En torno a las 09:00 horas dos patrullas de la Policía Nacional y Local acudieron a la calle Benito López Franco, donde hallaron el cadáver del joven de 24 años. Éste era conocido en el barrio de la Constitución, en el complejo conocido como las 400 viviendas.
Hasta el lugar del suceso se desplazó el equipo judicial, encabezado por el juez de guardia. Después de que los servicios forenses certificaran la muerte, el juez ordenó el levantamiento del cuerpo alrededor de las 10:00 horas.
Los servicios funerarios se hicieron cargo del traslado del cuerpo hasta el Instituto Anatómico Forense, donde ayer se practicó la autopsia. El suceso causó gran impacto entre los vecinos del barrio.