Oportunidad perdida La UD Melilla desaprovecha una ocasión de oro para rozar los puestos de play-off de ascenso Errores defensivos Los azulinos no estuvieron afortunados en momentos puntuales del encuentro.
Quizá el reparto de puntos hubiera contentado a ambos equipos, pero la victoria del Jaén no puede considerarse injusta ya que la escuadra que dirige Manolo Herrero no le perdió la cara en ningún momento al partido y supo sacar provecho de las ocasiones que generó mientras que la de Óscar Cano no lo hizo.
El Real Jaén, que afrontó el choque con bajas muy significativas, se vio muy pronto con un marcador adverso que hizo aparecer los fantasmas de los últimos dos encuentros en los que encajó seis goles y en los que la línea de retaguardia se mostró muy frágil, pero sólo fue un espejismo porque la zaga jienense, salvo en el tramo inicial, se mostró muy segura sobre el césped del municipal melillense. Los de Manolo Herrero intentaron siempre, con mayor o menor acierto, sacar la pelota desde la zona de iniciación con criterio y en ningún momento hicieron uso del pelotazo. Lo que le llevó a conseguir un triunfo tan sorprendente como inesperado.
El partido no pudo comenzar de mejor forma para los intereses azulinos puesto que a los cuatro minutos del inicio se adelantaba en el marcador. Munir, que realizó varias intervenciones magistrales, sacaba en largo hasta la frontal del área visitante para que Velasco se aprovechara de un desajuste defensivo entre dos ilustres como Fabio y Gaitán para plantarse sólo ante Toni García y batirlo de disparo cruzado.
Ninguno de los aficionados que acudieron al Álvarez Claro podía imaginar en esos momentos el posterior desenlace del partido. Máxime cuando la UD Melilla se mostraba muy superior al Real Jaén en un primer tiempo que resultó entretenido con dos equipos que buscaban llevar la iniciativa si bien eran los de Óscar Cano los que se hicieron con la posesión del balón, presionando muy arriba y recuperando con gran rapidez el cuero.
El Melilla dominaba pero las ocasiones claras de gol brillaban por su ausencia, al menos hasta el tramo final del periodo en el que los porteros, meros espectadores hasta el momento, entraron en acción.
Juanma Ortiz, en el minuto doce, protagonizó el primer disparo a puerta de los visitantes pero el cuero se marchó muy alto. Cercano a la media hora, en el 27, Munir despejó con seguridad un lanzamiento de falta de Jose Mari. A renglón seguido, al jienense Carlos cedió erróneamente sobre Chota que avanzó y pasó la pelota a Velasco que acompañó la jugada pero el disparo del cordobés, desde la frontal, se marchó muy alto.
El Melilla siguió insistiendo de manera que Chota, en inmejorables condiciones, no acertó a controlar un buen pase al segundo palo de Javi Moyano. Un minuto después, en el 38, Katxorro envió un centro al corazón del área donde apareció Chota que desvió la trayectoria pero el portero visitante rechazó y el cuero acabó estrellándose en el palo derecho de la portería jienense. Poco después, Katxorro envió para Moyano que colgó de nuevo al área para que Chota, en boca de gol, rematase con la punta de la bota muy ajustado al travesaño.
Parecía que se mascaba el segundo gol pero en la jugada siguiente serían los visitantes quienes estuvieron a punto de empatar. Un lanzamiento de esquina ejecutado por Cobo lo remató con la testa Carlos remachando Vitu, también con la cabeza, en boca de gol pero Munir, en una intervención antológica evitó el tanto desviando 'in extremis' el esférico. La afición reconoció la gran parada del joven meta local y le brindó una sonora ovación. No hubo tiempo para más y con ventaja mínima del Melilla se llegó al descanso,
En el segundo acto cambió la decoración. El Jaén, que había ido creciendo con el paso del tiempo, mostró sus credenciales. Los locales no llegaban bien a la presión y los visitantes imprimían una mayor velocidad y precisión a la circulación de la pelota.
De igual modo, las jugadas a balón parado se convirtieron en una auténtica pesadilla para los azulinos. El zaguero Carlos, en dos ocasiones, estuvo a punto de marcar en sendas jugadas calcadas. La primera en el 53 como consecuencia de una falta lateral desde la derecha que Jose Mari envió al segundo palo en el que el espigado defensa visitante cabeceó a placer, respondiendo Munir con otra intervención felina para evitar un gol cantado y cuyo esfuerzo fue reconocido por el respetable. Diez minutos después, en el 63, otra falta desde la misma ubicación anterior y con los mismos protagonistas acabó con un testarazo de Carlos, sólo en el segundo palo, que salió rozando el palo derecho del portal melillense.
El Melilla estaba roto en esos momentos por lo que Óscar Cano decidió tomar cartas en el asunto y decidió sacar del terreno de juego a Katxorro para dar entrada a Edgar. Buscando, quizá, conservar el resultado y tratar de 'matar' el partido a la contra. Pero el Jaén siguió a lo suyo y pronto encontró la recompensa a su insistencia. Así en el minuto 70 de partido, Juanma Ortiz, muy activo toda la mañana, buscó a pie cambiado desde la izquierda y casi sin ángulo la portería local y la encontró. La igualada, que se veía llegar, hizo justicia a los merecimientos de unos y otros hasta ese momento.
Quedaba tiempo por delante y el Melilla lo intentaba a base de un fútbol tan directo como impreciso e ineficaz. El Jaén seguía con la posesión de la pelota y los azulinos buscaban sorprender a la contra. Así, el último cuarto de hora del partido se iniciaba con una jugada en la que los locales pidieron penalti por derribo de Edgar pero Hernández Maeso, muy cerca de la jugada, mandó seguir. Un minuto después Velasco envió por encima del travesaño un libre directo desde la frontal.
A cinco minutos del final, en el 85, una de las habituales galopadas de Edgar acabó con derribo del tinerfeño dentro del área. Gaitán vio la amarilla y el colegiado extremeño no dudó en señalar la pena máxima. El propio Edgar, Samu y Chota se disputaron el lanzamiento pero los galones del capitán azulino y actual pichichi del equipo se impusieron en esta ocasión. Chota optó por la colocación en lugar de la potencia pero Toni García, meta jienense, adivinó la trayectoria y desvió la pelota evitando la derrota de su equipo e insuflando moral de cara al tramo final del choque. Raúl García intentó un gol olímpico en el último minuto y a renglón seguido, en el tiempo añadido, Solabarrieta erró un pase sobre Samu que Javi López interceptó, buscó la vertical y asistió a Juanma que de tiro raso y ajustado al palo derecho de Munir estableció el 1-2 definitivo.