Editorial

El irresistible encanto del Mercado Renacentista de Carlos V

El Mercado Renacentista de Carlos V cerró este domingo con un gran éxito de público. A falta de las cifras oficiales, alrededor de 50.000 personas han pasado por él desde el viernes según los cálculos de algunos propietarios de los puestos de artesanía y gastronomía que han ocupado las calles de Melilla la Vieja durante estos días.

Se nota que la gente tenía ganas de Mercado después de cuatro años sin celebrarse, primero a causa de la pandemia y posteriormente porque el anterior Gobierno local no adjudicó una partida presupuestaria al efecto.

Eso es algo que no debería suceder. Este año el Mercado salió a licitación por 95.000 euros y se adjudicó por 84.000, a lo que hay que añadir la inversión en organización y demás servicios, con aproximadamente 200.000 euros.

No parece una cantidad tan difícil de asumir, sobre todo si se tiene en cuenta lo que da a cambio a los melillenses, que este año también se han mostrado encantados con el evento. El hecho de que se celebre en Melilla la Vieja le otorga una ambientación excepcional y muy típica de la época, con sus edificios antiguos y sus muros de piedra. Pocos lugares de España contarán con un mercado tan auténtico como este por el lugar donde se ubica, que te hace sentir por momentos que te encuentras en el siglo XVI ó XVI. Parece un lugar idílico para desarrollarlo y todo lo dispuesto en El Pueblo dibuja un escenario de película.

Además, sería muy beneficioso para Melilla potenciar su difusión por todos los canales posibles. No cabe duda de que muchos ciudadanos españoles se decidirían a venir si conocieran de su existencia, en un marco ideal y con un tamaño que, pudiendo ser mayor, no es despreciable.

En resumen, más allá de si los mercaderes dejan mucho dinero en la ciudad o cuestan mucho al Gobierno local, no solamente hay que mantener el espectáculo para los melillenses, sino promocionarlo para compartirlo con los potenciales turistas dentro de la estrategia que ha emprendido la Ciudad Autónoma, pues se trata de un gran activo y de un gran atractivo.

Por otra parte, el cambio de nombre de Mercado Medieval a Mercado Renacentista de Carlos V resultó, en su momento, muy apropiado por una cuestión de historia. Hay que recordar que, cuando Melilla pasó a formar parte de España, en 1497, el mundo ya se encontraba en pleno Renacimiento y dentro de la Edad Moderna, que había comenzado seis años antes con el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón y sus marinos.

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