EL Defensor del Pueblo presentó ayer su informe anual de 2013 y sus conclusiones nos suenan muy parecidas a las de 2012. La institución que preside Soledad Becerril ha vuelto a mostrarse “preocupada” por la “sobreocupación” del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla y aclara que, tal y como están las cosas, no se trata de un problema “puntual” sino permanente.
También denuncia el Defensor del Pueblo que cada vez hay menos inmigrantes que solicitan protección internacional en Melilla y sus datos en este sentido son alarmantes: En 2009, dos de cada diez extranjeros que llegaban al CETI pedían asilo. El año pasado sólo lo hicieron 17 personas.
Soledad Becerril advierte además en su informe de que las instalaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla no son adecuadas para acoger a menores de edad ni para estancias largas. En esta línea, critica que el hacinamiento en el que viven los inmigrantes hace que los servicios de atención psicológica y de asistencia social que se prestan en el CETI estén “desbordados”.
El informe de 2013 del Defensor del Pueblo considera necesario que se revisen los criterios con los que la Secretaría General de Inmigración y Extranjería ordena los traslados de los inmigrantes a la península y alerta a la Administración de que siguen siendo insuficientes los esfuerzos que hace para agilizar estas conducciones, bien sea a los CIEs (Centros de Internamiento de Extranjeros) o a los centros de acogida de las ONGs.
La defensora no se ha limitado a destapar las miserias del CETI. También ha entrado de lleno a criticar el centro de menores de La Purísima que, en su opinión, no reúne las condiciones para ser considerado una residencia de acogida para niños extranjeros no acompañados.
En este punto, Becerril hace sangre en la necesidad de programar actividades que interesen a los adolescentes de 16 años en adelante y, sobre todo, insiste en que debe rectificarse la interpretación que se hace en la ciudad sobre el plazo previsto para conceder la documentación a los jóvenes que están bajo su tutela.
La concertina también se ha hecho hueco en el informe del Defensor del Pueblo. Una vez más, Soledad Becerril recomienda que se cambie por otro elemento o método “no cortante” y se queja del silencio del Ministerio del Interior respecto a esta propuesta.
La defensora ha pedido por último, medidas urgentes para paliar las pésimas condiciones de trabajo de los policías nacionales de la frontera en los pasos de Beni Enzar y Barrio Chino.
Todas estas advertencias, propuestas y recomendaciones de Becerril son justas. Sólo hace falta que quien tiene que oírlas, las oiga.
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