El “importante repunte” de menas, lo más grave de unas “fiestas tranquilas”

Calderón señala que durante las navidades no se produjeron “incidentes de consideración”.

Las recién concluidas fiestas navideñas han sido “tranquilas y seguras” este año. El único ‘pero’ fue el “importante repunte” de la presencia de menores extranjeros no acompañados (menas) en el centro modernista, donde se concentra la mayor parte de los comercios. Este es, en resumidas cuentas, el balance que realizó en la jornada de ayer Javier Calderón, consejero de Seguridad Ciudadana, sobre el dispositivo especial desplegado en estas fechas para evitar incidentes.
Calderón, en declaraciones realizadas a El Faro, insistió en que han sido unas fiestas “que todos hemos podido disfrutar y marcadas por la ausencia de sucesos graves”, más allá de algunas peleas de menor consideración, casi toda productos del alcohol en las noches más señaladas de las navidades, como son las de Nochebuena y Nochevieja.
Además, hay que destacar la ausencia de gamberradas durante el Día de los Santos Inocentes, que en años anteriores acabó con el lanzamiento de piedras y otros objetos contra los autobuses de la COA.
El consejero recalcó que hubo presencia de agentes de Policía Local, así como de Nacional y de la Guardia Civil, en las principales zonas de ocio y entretenimiento, así como en puntos delicados de la ciudad autónoma, como son la frontera y los aledaños del puerto comercial, por donde merodean multitud de menas a la espera de una oportunidad de colarse en los barcos que zarpan rumbo a la península.
En este sentido, el máximo responsable de Seguridad Ciudadana indicó que durante las fiestas se registró “un importante repunte” en la presencia de menas. Ello conllevó un aumento de la carga laboral de los agentes de Policía Local, que tuvieron que realizar numerosos traslados de estos jóvenes al centro de La Purísima, pues hay que recordar que es la Ciudad Autónoma la que tiene la tutela de estos niños. “Con los menas ha habido bastante trabajo este año”, apuntó Calderón.
Y es que la presencia de menas, así como de inmigrantes mayores de edad, por el centro y las escolleras del puerto con el objetivo de subirse ilegalmente en algún buque creció notablemente durante la última semana del año.
Así, hay que recordar que el suceso más grave de estas fiestas tuvo lugar en Nochevieja, cuando una patrulla de Policía Nacional rescató del mar a un joven polizón de 18 años que se había tirado al agua sin saber nadar para escapar de los agentes.
Los efectivos policiales pudieron salvar al joven y le practicaron un masaje cardiopulmonar a pie de puerto, pues había tragado mucha agua y mostraba mucha dificultad para respirar, tal y como informó El Faro en su edición del pasado 1 de enero.

Motivo desconocido
Sin embargo, no hay una opinión unánime sobre por qué creció el número de menas durante las navidades. Desde la Unión Federal de Policía (UFP) consideraron que se debía a que la falta de efectivos en el paso de Beni Enzar había facilitado la entrada ilegal de estos niños, que suelen colarse en Melilla a la carrera.
Por otro lado, la ONG Prodein aseguró que la inmensa mayoría de los menas que había en la calle eran residentes de La Purísima y que habría que preguntar a la Consejería de Bienestar Social, encargada de la gestión centro, por qué los niños habían decidir estas instalaciones durante las fiestas navideñas.
Por otro lado, Calderón recordó que el pasado día 31 por la tarde hubo un “motín” protagonizado por unos 60 menores acogidos en el centro y que habían sido recientemente interceptados en el puerto tratando de colarse como polizones los buques que iban a zarpar hacia la península.