Pertenece a la época del Neolítico y está ubicado en el archipiélago de Chafarinas. Desde hace varios años se realizan campañas arqueológicas todos los veranos.
El Club Marítimo fue el marco de presentación de un nuevo libro publicado entre la Ciudad Autónoma, la Universidad de Valladolid y el Instituto de Cultura Mediterránea, ICM, en este caso referente al yacimiento arqueológico de ‘Zafrín’, ubicado en el archipiélago de las Islas Chafarinas.
En este sentido, uno de los coordinadores de la obra, el historiador melillense Antonio Bravo Nieto, comentó que el libro recoge algunas de las conclusiones de los trabajos que se han llevado a cabo en la zona durante los últimos diez años. De este modo, destacó el esfuerzo que ha supuesto poner en orden todos los datos extraídos de los estudios y análisis que se han hecho de las piezas recuperadas en el yacimiento, un trabajo arduo debido al largo período que se ha tenido en cuenta.
En cualquier caso, matizó que se ha hecho en colaboración con la Universidad de Valladolid, pues a lo largo de estos diez años, han sido varios los especialistas y alumnos de este centro los que han particpado en las excavaciones.
El yacimiento de ‘Zafrín’ es del Neolítico y en general se ha recuperado mucha cerámica cardial, la más importante de este período histórico. De hecho, parte de los restos recuperados serán expuestos próximamente en los nuevos Museos que van a abrirse al público.
“Tenemos un mejor conocimiento de éste período gracias a ello”, comentó Bravo y destacó que en el futuro seguirán las campaña de excavación aunque con una menor intensidad que en estos diez años precedentes, pues hay que respetar el entorno para no agotarlo y permitir nuevas excavaciones en años posteriores.
Además, señaló que en un principio los trabajos requerían mucha mano de obra, no así en la actualidad, pues se utilizan más medios tecnológicos al haber bajado los estratos en tierra.
Para este verano se espera realizar una nueva campaña de excavaciones, según recordó y confirmó que van a iniciarse trabajos en la Isla Isabel II, la única habitada del archipiélago, pues hasta el momento todos los trabajos se han llevado a cabo en la Isla del Congreso, protegida al ser reserva natural, lo que ha facilitado las intervenciones.