El Gobierno pagará 2 millones a Eulen para que dé mantenimiento a la valla

La empresa se  presenta al concurso como UTE, con la oferta económica más ventajosa para la Administración.

Eulen vuelve a conseguir un contrato público en Melilla. Esta vez se trata del servicio de mantenimiento del perímetro fronterizo que separa la ciudad de Marruecos. Por ello el Ministerio del Interior le pagará dos millones de euros y otros 2,1 millones a Ferrovial, que se encargará del vallado de Ceuta.
La empresa se ocupa este año, además, de la limpieza de centros escolares de Melilla (400.000 euros). Entre septiembre de 2012 y mayo de 2013, la compañía se adjudicó en la ciudad al menos siete contratos públicos que ascendían a 7,5 millones de euros.
Ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el anuncio del formalización del contrato firmado entre la Subdirección General de Gestión Económica y Patrimonial y una UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Eulen y Eulen Seguridad, que presentó la oferta económica más ventajosa para la Administración.
Según el pliego de condiciones del concurso, redactado por la Secretaría de Estado de Seguridad, la empresa se ocupará de “impermeabilizar” el perímetro fronterizo en los 10 kilómetros que separan los Cortados de Aguadú del Dique Sur. En toda esa extensión, Eulen deberá dar mantenimiento (“preventivo y correctivo”) a los cerramientos y vallados, los pasos fronterizos, la red de alumbrado y los centros de mando y control.
En más de una ocasión, la valla se ha venido abajo tras un asalto masivo de inmigrantes subsaharianos. Ocurrió, por ejemplo, el pasado 28 de mayo, cuando entre 410 y 500 inmigrantes echaron abajo el perímetro fronterizo por una zona cercana a Barrio Chino. En adelante, Eulen se encargará de ponerlo todo en su lugar.

Disponibles a toda hora
Además será responsabilidad de la empresa la programación y monitorización diaria de las instalaciones de la valla, la realización de inspecciones rutinarias y la notificación de incidencias en caso de que se detecten “funcionamientos anómalos”. La compañía también se ocupará de la limpieza de las instalaciones del perímetro fronterizo y de su desinfección y desratización. Además llevará la jardinería y la recogida de basura.
El contrato aclara que las instalaciones que conforman el perímetro fronterizo deberán estar operativas 24 horas al día durante los 365 días del año, por lo que Eulen deberá contar con personal y medios para resolver cualquier avería.
Además, se le exige a la empresa que presente informes mensuales en los que recoja incidentes, anomalías, deterioros, recursos empleados y operaciones realizadas.

La Guardia Civil pidió a los ‘mejanis’ que entraran en la valla de Melilla

El oficial al mando del operativo desplegado por la Guardia Civil durante al asalto a la valla del pasado 28 de marzo pidió apoyo a los militares marroquíes y por eso éstos entraron en territorio español para ayudar a bajar a los inmigrantes que permanecían encaramados a la valla de Melilla. Así lo recoge una respuesta parlamentaria del Gobierno al grupo Amaiur.
Fue la ONG Pro Derechos de la Infancia, Prodein, la que hizo público un vídeo en el que se veía a los ‘mejanis’ en territorio español, bajando a los inmigrantes de la valla.
El Gobierno central responde así a la pregunta de Amaiur sobre quién autorizó la entrada de militares marroquíes en Melilla y por qué. A este último punto, el Ejecutivo central contesta que los ‘mejanis’ entraron en Melilla porque habían recibido una solicitud de apoyo del oficial al mando del operativo de la Benemérita.
El pasado 28 de marzo una decena de inmigrantes logró entrar en Melilla tras participar en un asalto masivo protagonizado por unos 800 subsaharianos que lo intentaron durante la madrugada, pero que no lo consiguieron, según el Ministerio del Interior, por la “eficaz” colaboración entre Marruecos y España.
Parte de esos inmigrantes se subieron a la valla, cerca del CETI. Sólo uno de ellos logró quedarse en la ciudad, gracias a la intervención de ONGs, que defendieron ante los agentes que el subsahariano, que permanecía subido a una farola, estaba en territorio español y debía aplicársele la Ley de Extranjería. Por eso fue trasladado al CETI, donde fue identificado por la Policía.