Sólo los cepemistas lograron arrancar algún compromiso al Ejecutivo melillense en el Pleno de Control de ayer. Julio Liarte volvió a protagonizar los momentos más tensos de una sesión que dejó muy pocas novedades en el terreno político.
Poco o nada nuevo añaden los Plenos de Control al panorama político local. La sesión de ayer fue un calco del esquema que han seguido las anteriores y dejó pocos anuncios. Al margen de que los temas debatidos interesaran más o menos a los melillenses, el debate continúa desviándose durante las interpelaciones, mientras que las preguntas se convierten en una amalgama de asuntos que ya han sido planteados por la oposición en anteriores ruedas de prensa. El resultado es que las sesiones ni ofrecen novedades ni logran conectar con los ciudadanos, que a fin de cuentas deben ser los más interesados en estas cuestiones.
En lo que se refiere a las interpelaciones, volvió a haber acercamiento y buen entendimiento entre populares y cepemistas frente a un debate más ácido con los diputados de PSOE y PPL. Al Gobierno local le parecieron interesantes las ideas que plantearon desde la bancada cepemista, tanto en lo que se refiere a frontera como en la creación de un catálogo público con las asociaciones que reciben ayudas públicas y sus actuaciones. Como muestra de este diálogo constructivo, el Ejecutivo se comprometió a estudiar esta última cuestión y la instalación de más toldos en la parcela del antiguo acuartelamiento de Valenzuela.
En lo que respecta al Grupo Socialista, a Gregorio Escobar, que no estuvo acompañado por Dionisio Muñoz en el Pleno, le continúa pesando su pasado como delegado del Gobierno en la ciudad autónoma. En su primera intervención, comenzó tendiendo la mano en pos de la creación de una Mesa por el Empleo en Melilla que viniera a paliar las altas cifras de paro. No obstante, se encontró con una cascada de reproches por parte de los populares, quienes recalcaron que si Melilla se encuentra en dicha situación es a causa de ocho años de mala gestión de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la Administración del Estado.
En su segunda interpelación, Escobar se mostró más combativo, pidiendo soluciones para capear los efectos de las últimas medidas del Gobierno de Mariano Rajoy, especialmente la supresión de la paga extraordinaria de Navidad a los empleados públicos. En este punto, el debate se tornó en un toma y daca entre socialistas y populares sobre la “herencia” de Zapatero y los “viernes negros” de Rajoy, en referencia a los Consejos de Ministros. En definitiva, intervenciones que dejaron un buen reguero de reproches, la mayor parte de ellos referentes a la anterior legislatura, pero ninguna idea o solución para lo planteado por Escobar.
La tempestad
La calma en el Pleno se quebró con las interpelaciones de PPL. Su portavoz, Julio Liarte, fue de los pocos que llegó a gastar sus diez minutos de intervención para preguntar al Grupo Popular como afectarán a Melilla las últimas medidas del Ejecutivo central. No deja de ser curioso las críticas que vertió sobre la gestión del Gobierno de Rajoy, máxime cuando su formación política es heredera ideológica del PP.
Agresiva fue la respuesta del Ejecutivo autonómico, desde donde acusaron a Liarte de hacer “un batiburrillo de temas” para criticar sin consistencia. Cierto es que el diputado de PPL en ocasiones perdió pie cuando planteaba sus interpelaciones y de desvió de la cuestión en más de una ocasión. El presidente Imbroda le llegó a decir que “cantinfleaba”, en relación a los sinsentidos que el cómico mexicano solía proferir en sus películas.
En su segunda interpelación, preguntó por las medidas que piensa llevar a cabo el Gobierno local para rebajar las tasas de fracaso escolar en Melilla, a lo que el consejero de Educación le respondió con cifras y programas que se llevan a cabo actualmente. El intercambio de pareceres entre ambas bancadas se vio desvirtuado en el segundo turno de palabra de Liarte, el cual ocupó en responder a Imbroda por los reproches que le había hecho en la primera interpelación.
En el caso de PSOE y PPL, el debate fue obtuso y sin aportación alguna. Los populares no vieron con buenos ojos que Escobar tendiera la mano y sacaron del armario los viejos fantasmas de la herencia socialista, lo que provocó que ambas formaciones políticas perdieran toda oportunidad de acercamiento durante la sesión plenaria. Tampoco ayudó la dura respuesta a Liarte, que elevó la tensión entre ambas bancadas.
Lo único positivo que se puede extraer del turno de interpelaciones es que CpM tradujo su acercamiento al Ejecutivo en compromisos. Habrá quien los considere mejores o peores para el desarrollo de la ciudad, pero en definitiva suponen la realización, o por lo menos el estudio, de alguna actuación, algo más beneficioso que el continuo cruce de reproches con PSOE y PPL.
La hora del café
El descanso que normalmente tiene lugar cuando concluyen las interpelaciones trajo la anécdota de la mañana. Como es costumbre, el receso de quince minutos fue empleado por los diputados en tomar un breve café. Sin embargo, los miembros de CpM se lo tomaron con calma y llegaron tarde al salón de Plenos. Ante su ausencia, el turno de preguntas comenzó por PSOE y PPL y los cepemistas tuvieron que esperar al final de la sesión para plantear las suyas.
En lo que se refiere a las preguntas, la mayor parte de las cuestiones versaron sobre temas ya planteados por la oposición en rueda de prensa. El punto más tenso de toda la sesión lo protagonizó Liarte, cuando inquirió a la consejera de Cultura, Simi Chocrón, si su hijo había estudiado en el Sehebar Sefardic Center y por la compra de ejemplares del libro Melilla y el Judaísmo. A la bancada del Grupo Popular no le sentó nada bien que el diputado de PPL hiciera referencia a un asunto que consideraron personal.
A la airada respuesta de la consejera, que negó las acusaciones, se sumó el coro de voces de sus compañeros de bancada que salieron a defenderla. La vicepresidenta de la Asamblea, Cristina Rivas, tuvo que intervenir para poner orden.
En definitiva, pocas novedades generales, con la salvedad de los compromisos que arrancó CpM al Gobierno local. La connivencia con el PP continúa aumentado y lo más positivo es que el acercamiento parece que funciona a la hora de llegar a acuerdos. Por lo demás, sin novedad en el frente político.
Pleno de Control, versión 2.0.
Una vez más, el Pleno se vivió en las redes sociales con intensidad, sobre todo en Twitter. Tanto los diputados que estaban participando en la sesión plenaria como algunos de sus compañeros de partido que estaban entre el público se animaron a dejar sus impresiones sobre lo acontecido en la sesión.
El que más activo se mostró fue el socialista Amín Azmani, que dedicó buena parte del Pleno a detallar en tiempo real todo lo que acontecía en el Palacio de la Asamblea. Gracias a su minucioso (y medianamente objetivo) análisis, muchos melillenses pudieron seguir la sesión vía on line.
Por otro lado, las preguntas que PPL hizo a la consejera de Cultura irritaron hasta tal punto a la consejera de Presidencia, Esther Donoso, que expresó su enfado vía Twitter.
“La actitud de Liarte en el Pleno de Control es indigna”, afirmó en la red. A los pocos minutos, añadió que “es una vergüenza que haya personajes como él que representen a los ciudadanos. Una mala persona y nefasto político. Liarte, indigno”.
Con el ambiente caldeado tras la intervención del diputado de PPL, Liarte también se dedicó a postear sus impresiones sobre el Pleno. “Imbroda responde a una rueda de prensa censurada”, apuntilló en la red social. Además, intercambió pareceres con Azmani. En un punto de la sesión, Imbroda indicó que, durante la pasada legislatura, no quiso cesar a Liarte cuando era gerente de Promesa para ver si se retractaba en su postura de oposición al Gobierno. El socialista recogió este comentario en Twitter y el diputado de PPL le aclaró que el presidente autonómico “había mentido, ya que presenté mi dimisión una vez terminado un trabajo que tenía que hacer”.
Una vez más, la red volvió a ser testigo de los rifirrafes políticos entre Gobierno y oposición, una suerte de segundo foro de debate que cada vez siguen más ciudadanos y que ofrece una nueva perspectiva de estas sesiones.
Los miembros de UPyD, presentes entre el público, también ofrecieron su opinión de lo que ocurría gracias a esta herramienta de comunicación.