El Gobierno local no cree que el toro de Osborne “provoque a nadie”

El vicepresidente primero de la Ciudad, Miguel Marín, recuerda que es una seña de identidad de España y además está considerado bien de interés cultural.

La instalación en Melilla del conocido toro de Osborne ya ha generado sus primeras polémicas pues según parece ya hay un movimiento de protesta en la red en contra del afamado símbolo.

En este sentido, el Gobierno local descartó ayer que se pretenda “provocar a nadie” con la instalación de este gran cartel en los altos de Cabrerizas. Así, el vicepresidente primero de la Ciudad, Miguel Marín, se expresó ayer de esta forma y afirmó que desde el Ejecutivo valoran que Melilla haya salido en los medios de comunicación nacionales con motivo de esa instalación.

Por otro lado, señaló que no comparten la opinión de aquellos que critican este cartel y adjuntó que el toro de Osborne es una seña de identidad de España, “un símbolo y un bien de interés cultural”.

Además, reseñó que “el Gobierno siempre se sentirá orgulloso con estos símbolos identificativos de España”.  “No se trata de ninguna provocación hacia nadie”, cocnretó y remarcó que en los últimos años este símbolo había sobrepasado la identificación con la empresa para ser la de el propio país.

La decisión de instalar el toro de Osborne en los altos de Cabrerizas se aprobó en el último Consejo de Gobierno de la Ciudad Autónoma, según confirmó el vicepresidente en rueda de prensa ante los medios de comunicación locales.

          Instalación en Melilla

El toro que se instalará en la Ciudad Autónoma tendrá las mayores dimensiones de las que dispone el Grupo Osborne, es decir, catorce metros de alto por catorce de largo, unas proporciones que permitirán que la figura pueda verse desde el litoral, así como desde Marruecos.

Actualmente el proyecto se encuentra completamente tramitado, por lo que en plazo de dos o tres meses podría comenzar a instalarse el toro en los altos de Cabrerizas. Según parece, el Gobierno local realizó hace unos meses esta petición al Grupo Osborne, que también contaba con otras de distintos puntos de la geografía española y que finalmente descartó, por lo que agradeció a la empresa su interés por implantarse en Melilla.

En cuanto al coste de la iniciativa, el portavoz del Ejecutivo local, Daniel Conesa, comentó a la salida del Consejo de Gobierno que la Ciudad Autónoma correrá con los gastos del anclaje de la figura, mientras que Osborne hará lo propio con la figura del toro. Así se pone punto y final a una demanda surgida de un grupo de melillenses y que tuvo especial repercusión en programas radiofónicos locales y en varias redes sociales, donde se crearon con esta finalidad.

En la actualidad son muy pocos los carteles con este símbolo que existen en el territorio nacional, una situación agravada por la polémica surgida en Cataluña, donde los partidos nacionalistas de esta región se han manifestado en reiteradas ocasiones en contra del toro de Osborne al considerar que es una seña de identidad española que no casa bien en autonomías como la catalana.