Valora positivamente su intervención contra la protesta “fantasma” y asegura que es esa la vía por la que se debe seguir entre dos países partidarios de practicar la “buena vecindad”.
El Ejecutivo melillense valoró ayer positivamente la respuesta "sensata" del Gobierno de Marruecos, ante la marcha "fantasma" anunciada por el llamado Comité de Coordinación para la Liberación de Melilla para hoy sábado y que finalmente ha quedado suspendida.
En rueda de prensa, el portavoz del Gobierno de Melilla, Daniel Conesa (PP), manifestó que "no cabe duda" de que ha sido el Gobierno de Rabat el que ha mediado para que la marcha no se llevara a cabo y ha dicho que ésa es la vía que debe seguirse entre dos países que quieren practicar su "buena vecindad".
Críticas a los organizadores
Conesa se despachó contra alguno de los organizadores de la manifestación como el senador y alcalde de Beni Enzar, Yahya Yahya, o los activistas Adelmounin Chouki y Said Chamtri, a los que calificó como "imbéciles", "energúmenos" e "idiotas".
El portavoz melillense tildó, además, como "fantasmada" el motivo esgrimido por los convocantes de la marcha para su cancelación, al hablar de una presencia en la misma de 300.000 personas,
Conesa también consideró positivo el anuncio del Gobierno marroquí sobre su negativa a cortar el agua a Ceuta y Melilla, tal y como pretendía el Comité de Coordinación para la Liberación de Melilla, cuyos miembros asaltaron el pasado viernes dependencias de la Ciudad Autónoma ubicadas en territorio marroquí, como son los manantiales de Trara y Yasinen.
No obstante, el Ejecutivo melillense tiene previsto seguir estudiando la posibilidad de tomar acciones legales contra las personas que accedieron rompiendo los candados de las puertas y que "representaron un teatro" que motivó la intervención del Gobernador de Nador.
Desde el Gobierno Imbroda se aboga porque hayan buenas relaciones fronterizas, tal y como ha ocurrido siempre, aunque se produzcan las tensiones "lógicas" que acarrea el paso diario de unas 30.000 personas por los pasos fronterizos entre Melilla y Marruecos.
Partido islamista
Para el Gobierno local, no hay base por tanto en las razones esgrimidas por el Comité organizador de la marcha sobre Melilla que, como la prevista sobre Ceuta el pasado sábado, ha quedado finalmente suspendida, en atención a la posible distorsión de la protesta, según los convocantes, por la participación en la misma de un partido islamista no legalizado como Justicia y Caridad, al que a priori imputaban la posibilidad de que la manifestación acabase en conflictos violentos.
Intervención de Rabat
La hipótesis de que el Gobierno de Rabat ha sido el principal actor para que la misma se desconvocase, no sólo crece por la fidelidad que le otorga el Gobierno de la Ciudad. Fuentes solventes ya aseguraron a este periódico que uno de sus cabecillas, entre los que se encuentra el alcalde de Nador y senador marroquí, Yahya Yahya, fue convocado por altas instancias del Gobierno de Marruecos, después de que el gobernador de Nador ya reprobase al mismo cabecilla su actuación desmedida contra las propiedades de nuestra ciudad en los yacimientos de Trara y Yasinen.
Tranquilidad en la frontera con nuestra ciudad
La tranquilidad predominó ayer tarde en la frontera de Melilla, donde no se han registrado cortes ni más movimiento excepcional en estos días que el cierre transitorio, por espacio de una media hora, en la tarde noche del lunes pasado, y las alharacas de los miembros del autodenominado Comité por la Liberación de Melilla en horario matutino, con música magrebí a todo volumen, en medio de un escenario de banderas marroquíes que siguen presidiendo aún la eufemísticamente llamada ‘tierra de nadie’.
El Comité, que desde un principio no ocultó su hostigamiento a nuestra ciudad como una forma de rechazo contra la condena del Congreso español por la intervención marroquí en El Aaiún, logró pegar un golpe de efecto el martes pasado, cuando un grupo de jóvenes protagonizaron una protesta express ante la Delegación del Gobierno, desplegando pancartas reivindicativas de la soberanía de Melilla y banderas marroquíes por espacio de unos cinco minutos. La protesta no tuvo ninguna repercusión en la ciudad pero duró lo suficiente como para que quedara inmortalizada en un vídeo y fotos que los medios de prensa marroquíes se han encargado de divulgar por Internet.