Podría decirse que no hubo grandes sorpresas en la noche electoral en Melilla. El PP local no tuvo que revivir desde primera hora los sobresaltos de las elecciones generales. El recuento de votos se mantuvo invariable desde el 24,36% de papeletas escrutadas hasta el 64,57%, con un Partido Popular agarrado con fuerza a sus actuales 12 escaños en la Asamblea.
A esa hora, los nervios se sufrían por abajo, con un PSOE que subió a 4, tras arrebatarle un diputado a Coalición por Melilla; un Vox entrando con 2 sillones en el Parlamento local, quitándole votos a Cs (baja de 2 a 1) y aprovechándose de la alta participación.
El susto, que no fue tanto porque entraba en las quinielas, llegó con el 69,67% de votos escrutados, cuando los populares perdieron un diputado y CpM subió a 7. Los demás, invariables.
Pero a partir de aquí, los nervios fueron en aumento. Con el 85% escrutado el PP bajó a 10 y CpM subió a 8. Por detrás, sin lograr otro escaño, Cs sumó un puñado de votos, pero se mantuvo en un diputado, PSOE en 4 y Vox en 2.
Las urnas ya han hablado. Ahora empiezan los pactos. A pesar de que los resultados no han sido buenos para la formación, el diputado de Ciudadanos vale su peso en oro porque tiene ante sí la llave de la gobernabilidad de Melilla.
PP y Vox suman 12 (10+2) y CpM y PSOE tendrían otros 12 (8+4). Así que a Eduardo de Castro no le queda otra que retratarse. Él decide y ya dijo en campaña electoral que vetaba a Juan José Imbroda y a Mustafa Aberchán. O sea, si cumple su palabra y desde Madrid no le imponen lo que tiene que votar, uno de los dos deberá capitular para que haya Gobierno en Melilla.
Pero aquí no se puede dar nada por hecho. En la pasada legislatura PPL le hizo la vida imposible al PP y después apoyó la investidura de Imbroda, se fusionó con los populares y ahora vuelve a entrar en la Asamblea en tiempo de descuento, porque Paz Velázquez es la número 10 de la lista y el PP ha conseguido 10 escaños.
Pase lo que pase tras los pactos, las elecciones autonómicas han dejado claro que el PP, pese al desgaste y la campañita montada desde Madrid, sigue siendo la fuerza política más votada en Melilla.
Hay una diferencia respecto a las generales, en las que los populares consiguieron en la ciudad 5.000 votos menos que los que ha sacado ahora Imbroda.
Eso significa que si hay Gobierno de PP en Melilla e Imbroda logra seguir como presidente, en Génova tendrán que hacerle la ola porque es de los pocos barones que han aguantado el chaparrón.
Aberchán ha cosechado unos excelentes resultados para su partido, pero quizás alejados de sus aspiraciones. Él sabía que era ahora o nunca. Ha habido una alta participación, pero aún así no ha conseguido movilizar a electores que pasan de la campaña.
También han sido buenos resultados para Gloria Rojas, que empieza a sacar a su partido del furgón de cola. Lo suyo tiene mérito, sobre todo, después de que el número 7 de su lista le diera la campaña. Aún así subió.
Y por supuesto, han sido buenos los resultados para Vox. Sus afiliados soñaban con el sorpaso, pero de los 8 escaños que esperaban han conseguido dos. No está mal viniendo de cero. Nada mal.
Lo mejor siempre está por venir. Está echada la suerte.Ahora asistiremos a las negociaciones. Eduardo de Castro deberá decidir si reedita el pacto andaluz o si consigue él lo que no quiere electorado: que Imbroda se vaya. Las urnas no siempre tienen la última palabra.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…