El Pleno de Control de ayer, el último antes de que el curso político se tome un descanso, estuvo marcado por el ninguneo del Gobierno autonómico al Grupo Populares en Libertad (PPL). La imagen que se vio ayer en la sesión plenaria fue, cuanto menos, atípica. La bancada del Grupo Popular apenas gastó unos segundos en dar respuesta a las interpelaciones planteadas por PPL, mientras que en el turno de preguntas optó por trasmitir todas las contestaciones por escrito, mecanismo que permite el Reglamento de la Asamblea.
De esta forma, el Ejecutivo melillense ‘castigó’ al partido de Ignacio Velázquez por su actitud combativa, marcada, a juicio de los populares, por las falsas denuncias, las injurias y las calumnias. Lo cierto es que las cuestiones que puso ayer sobre la mesa PPL no eran para dar quebraderos de cabeza al Gobierno local. La primera interpelación, un poco dispersa en su contenido, estuvo dedicada a los niveles de desempleo que hay en la ciudad autónoma, mientras que la segunda versaba sobre el nuevo contrato de navegación marítima.
Ambos son temas sobre los que se han escrito ríos de tinta y que no deberían quitarle el sueño al Ejecutivo, sino todo lo contrario. Las interpelaciones de PPL eran un balón para que el PP chutara a gol con la portería vacía, haciendo memoria de las medidas que se están tomando para paliar el paro con respecto a la primera y cantando las bondades del nuevo pliego de condiciones en lo tocante a la segunda.
Sin embargo, la bancada del PP optó por ceñir sus respuestas al mínimo, algo poco habitual en el turno de interpelaciones, en el que cada grupo cuenta con diez minutos en el primer turno de palabra y cinco en el segundo. El portavoz de PPL, Julio Liarte, decidió hacer uso de todo el tiempo que disponía para plantear las cuestiones que había preparado su grupo.
La primera contestación del PP, de apenas 30 segundos, causó extrañeza y sorpresa entre los presentes, ya que lo común es que el grupo del Gobierno también use todo su tiempo para contestar. En el segundo turno de palabra, la escena volvió a repetirse y quedó claro que el PP no estaba por la labor de debatir con PPL.
En el turno de preguntas, ni siquiera se hizo amago de responder. Se utilizó la fórmula de contestar por escrito y dicha fase del Pleno, la última de la sesión, no dudó ni apenas cinco minutos. Los diputados de PPL, viéndolas venir, llegaron a preguntar si era necesario formular todas las preguntas.
Marín explica la postura del PP
Finalizado el Pleno, todos los grupos, a excepción de CpM, se pronunciaron sobre lo ocurrido ante los medios de comunicación. El vicepresidente autonómico y consejero de Fomento, Miguel Marín, explicó que la negativa del Ejecutivo a responder a PPL se debía a que dicha formación política “solamente utiliza el insulto, la injuria y la calumnia”.
“Las consecuencias de actuar así son tanto judiciales, en forma de querellas, como políticas”, subrayó el número dos del Gobierno. “Responder como lo hemos hecho hoy está incluido en el Reglamento. Siempre vamos a actuar escrupulosamente en este sentido. Nos está permitido contestar por escrito las preguntas y así lo hemos hecho”, insistió.
Asimismo, señaló que PPL “desde su creación solamente se ha dedicado a insultar a miembros del Gobierno y a sus familiares”, algo que a su juicio es “una indecencia” a nivel político. “Somos totalmente contrarios a ese proceder. No sólo vamos a denunciar en los tribunales. En términos políticos este partido no se merece ni un minuto de nuestro tiempo”, apuntilló.
En la misma línea, aseguró que tienen “cuatro afiliados” y que la mitad de ellos son “seudónimos en las redes sociales” que utilizan para insultar al Ejecutivo. “Son la escoria política de Melilla. Los ciudadanos los echarán dentro de dos años, cuando haya elecciones. Ya han dicho por activa y por pasiva que no quieren esta forma de hacer política”, concluyó.
“Inaudito y esperpéntico”. Así calificó ayer el portavoz de PPL, Julio Liarte, que el Gobierno local no respondiera las preguntas planteadas por su formación política en el Pleno de ayer.
En lo referente a las cuestiones que se contestarán por escrito, consideró que son “argucias previstas en el Reglamento, pero una trampa, a fin de cuentas”.
“Lo del PP es una falta de respeto indignante, no únicamente hacia nuestro partido, sino hacia los ciudadanos”, concluyó.
Por su parte, el socialista Dionisio Muñoz criticó que el Ejecutivo local “se permitió un lujo antidemocrático” al no responder a los diputados de PPL.
En su opinión, la actitud del Ejecutivo autonómico “no apunta nada bueno”.
“Su comportamiento es fruto de la creciente preocupación del Gobierno al verse acosado por los escándalos judiciales”, criticó Muñoz. “Los que hemos visto hoy aquí en el Pleno supone un punto de inflexión”.
Salvo lo ocurrido con PPL, que marcó el Pleno de ayer, el resto de la sesión discurrió de manera similar a las del resto de la legislatura.
Coalición por Melilla (CpM) fue dando una de cal y otra de arena al Gobierno, a ratos combativa y a ratos conciliadora. El buen entendimiento entre ambas formaciones políticas comienza a dar señas de agotamiento, las cuales se acentuarán según se acerquen las elecciones, pero por el momento parece que la cordialidad se mantiene. Eso sí, los revéses entre una y otra formación política comienzan a ser más habituales que durante el comienzo de la legislatura.
Por su parte, el Grupo Socialista, con Dionisio Muñoz como único representante en la sesión, centró sus intervenciones en casos más polémicos, como el de Tribugest o el del local de la Autoridad Portuaria alquilado a Promesa. La respuesta fue la de siempre, defensa ‘in testudo’ y recuerdos a la gestión de Zapatero.