El Gobierno de España ha respondido al senador de Compromís, Carles Mulet, que el cuerpo de la Guardia Civil actuó con proporcionalidad y respeto a los Derechos Humanos durante el salto a la valla que se produjo el 24 de junio en Melilla.
El pasado 24 de junio se produjo un salto a la valla de Melilla por la zona de Barrio Chino y protagonizado por cerca de 2.000 personas que intentaban acceder de manera irregular a territorio español y que se saldó con la muerte de 23 inmigrantes que querían cruzar desde Marruecos.
Por este motivo, el senador de Compromís realizó un escrito al Gobierno de España, amparado por lo previsto en los artículos 160 y 169 del Reglamento de la Cámara, donde indicaba que la Unión Africana pedía la investigación de las muertes en el salto de Melilla que se produjo en junio de 2022.
En él, calificaba lo sucedido aquel día con los inmigrantes “de violencia y graves vulneraciones” de los Derechos Humanos, mientras el Gobierno aplaudía la situación. “¿No se avergüenzan?”, finalizaba.
Por su parte, el Gobierno emitió su respuesta remitiéndose a “lo manifestado” por el Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la sesión del Pleno del Congreso de los Diputados y reiteró que el cuerpo de la Guardia Civil “actuó con criterios de proporcionalidad y de pleno respeto a los Derechos Humanos”.
Y así lo comunicó también Marlaska poco después de producirse este evento en la frontera con Marruecos, asegurando que se actuó “atendiendo a los parámetros legales nacionales e internacionales en materia de protección de derechos y libertades fundamentales con la proporcionalidad de adecuación a la situación”.
También declaró en aquel momento que no podía obviarse que fue “un ataque violento a las fronteras españolas” y que “un Estado democrático de derecho no se puede permitir ataques violentos a sus fronteras”.
Durante el salto a la valla que se produjo el 24 de junio de 2022 murieron decenas de personas y hubo más de 300 heridos entre agentes de ambos países y migrantes.
El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, visitó la valla de Melilla poco después y aseguró que su paso por la ciudad era más que una visita institucional y que su intención era defender los derechos humanos.