La Guardia Civil lo llevó a Melilla para que recibiera atención médica, ya que tenía signos de agotamiento
Un inmigrante de origen subsahariano logró alcanzar a nado la costa de Melilla procedente de Marruecos el pasado lunes, según informaron a El Faro testigos presenciales del suceso, datos que fueron corroborados posteriormente por la Delegación del Gobierno a este periódico. En concreto, se trata de un varón joven, que no supera los 30 años de edad
Los hechos tuvieron lugar a las 23:30 horas, aproximadamente, del pasado lunes. Una patrulla del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil localizó cerca de la bahía melillense a un inmigrante que se aproximaba a nado a la costa. Inmediatamente procedieron a sacarlo del agua y llevarlo a tierra.
El hombre, de origen subsahariano, desembarcó con la ayuda de los agentes del Instituto Armado en el Puerto Deportivo Noray minutos después, información proporcionada por los testigos, pues la Delegación del Gobierno no concretó ni el punto de recogida ni el de llegada del inmigrante. Una vez en tierra, fue atendido por los servicios sanitarios, pues daba clara muestras de agotamiento a causa del gran esfuerzo que le había supuesto intentar llegar a Melilla a nado desde el país vecino.
Fue inmediatamente trasladado al Hospital Comarcal para realizarle una revisión médica y recibió el alta al poco tiempo, después de concretarse que únicamente estaba fatigado a causa de la actividad física.
Acto seguido, el inmigrante fue conducido a la Jefatura Superior de Policía Nacional para la apertura de un expediente de expulsión del país, tal y como marca la Ley de Extranjería, y posteriormente llevado al CETI.
Las entradas irregulares a nado se han convertido en el método más desesperado de los inmigrantes por intentar llegar a la ciudad autónoma de manera ilegal. Actualmente, son una vía de acceso minoritaria, ya que los saltos a la valla, las pateras y los dobles fondos practicados en vehículos son los medios más empleados.
En lo que llevamos de año, únicamente seis inmigrantes han logrado entrar en Melilla nadando desde Marruecos. El caso más llamativo tuvo lugar durante la madrugada del 9 de enero, cuando cuatro subsaharianos aprovecharon la oscuridad para lanzarse al agua desde el vecino puerto de Beni Enzar e intentar alcanzar la costa local.
Los inmigrantes lograron burlar los dispositivos de vigilancia del Dique Sur y entraron en la ciudad a través de una de las playas. Fueron rápidamente localizados por la Guardia Civil y llevados al CETI.
Hubo que esperar más de medio año para que se diera un caso similar. El pasado 26 de julio, otro inmigrante logró llegar a la playa de La Hípica después de haber recorrido a nado la distancia que separa el puerto de Beni Enzar de la ciudad autónoma.
El último en llegar a nado fue el inmigrante recogido por la Benemérita el pasado lunes. Se desconoce si entró por el Dique Norte o el Sur.