Tras el buen ambiente y la buena suerte de este entreno durante la semana, el cuerpo técnico de la entidad del Melilla BC creyó oportuno comenzar el trabajo semanal de la misma manera.
El fútbol ha sido de nuevo el protagonista en la vuelta al trabajo del Melilla Baloncesto de cara al partido del próximo domingo, ante el FC Barcelona ‘B’.
El Melilla Baloncesto regresó en la jornada de ayer a a los entrenamientos tras la victoria del pasado viernes ante el Unión Financiera Oviedo por 81-75 y gozar de dos días de descanso. Y lo ha hecho de la misma manera que lo hizo la anterior semana con un partido de futbol entre jugadores y cuerpo técnico del primer equipo.
Tal y como ocurriera la pasada semana, el equipo ha vuelto al trabajo de manera poco convencional, con un partido de futbol. El buen ambiente que se generó tras el anterior encuentro y el hecho de haber conseguido la victoria el viernes, ha hecho que de nuevo esta semana de trabajo de inicie con futbol. Tras unos estiramientos junto al preparador físico del club, Miguel Martínez Duarte, los dos equipos formados por los jugadores de la primera plantilla y miembros del cuerpo técnico han disputado un intenso encuentro de Fútbol-7 sobre el césped de la Ciudad del fútbol que ha concluido con empate a nueve goles y la victoria ha sido en la tanda de penaltis para el equipo capitaneado por el fisioterapeuta del primer equipo Alejandro Ríos.
Cabe mencionar que no ha habido ninguna baja en esta vuelta al trabajo, por lo que todos los jugadores han presentes y han participado en este primer entrenamiento de la semana.
En sesión vespertina a partir de las 19:00 horas el equipo volvió a los entrenamientos en la cancha del Javier Imbroda para comenzar a preparar el encuentro del próximo domingo en Barcelona ante el filial blaugrana.
Hoy martes el equipo volverá a ejercitarse en doble turno de trabajo, con un trabajo de tiro y técnica individual por la mañana a partir de las 10:00 horas y un entrenamiento técnico-táctico en la sesión vespertina, para seguir cumpliendo con la semana dura de trabajo en los entrenamientos.
No estaba siendo una campaña sencilla para un Melilla Baloncesto al que la suerte no le ha sonreído en momentos concretos de la temporada. Sin ir más lejos, los finales perdidos en Huesca y Málaga marcaron anímicamente a una plantilla conjurada para cambiar su signo durante una semana marcada en rojo en su calendario.
El propio Héctor Manzano mostraba su liberación tras un encuentro que ponía punto y final a una mala racha y que, en la Ciudad Autónoma, quieren convertir en un punto de inflexión para la segunda vuelta: “Después de ver cómo se escapó el último encuentro en Málaga nos habíamos propuesto el darnos un tiempo para cambiar el chip, por eso quisimos empezar la semana jugando un partido de fútbol con el que desconectar y quitarnos presión. Somos conscientes de que la liga es corta y de que no quedan muchas oportunidades por lo que estábamos obligados a sumar en positivo si no queríamos desengancharnos de los playoffs por el ascenso, eso sí, sin dejar de mirar de reojo a la zona baja después de nuestra experiencia del pasado curso. En el anterior encuentro en Málaga habíamos trabajado muy bien y por eso sabíamos que si manteníamos esa línea y aprovechábamos las bajas del Unión Financiera podríamos sacar adelante un partido con mucha presión y en el que supimos hacernos fuertes en un final apretado”.
La victoria, vendría acompañada por el primer MVP del curso para un equipo necesitado de buenas noticias y en el que Héctor Manzano reventaría los registros individuales de la temporada conquistando su primer galardón tras algo más de una década en la competición: “Realmente hace mucha ilusión porque es mi primer MVP en la Adecco Oro. Durante el partido era consciente de que estaba aportando en muchas facetas pero hasta q no acabó el partido y llegué al vestuario no me di cuenta de la valoración que había conseguido. Aunque quizá pueda sonar a populismo o a falsa modestia te doy mi palabra de que hubiese cambiado este MVP por el haber podido convertir aquel triple que fallé en Huesca en la última jugada y que hubiese valido la victoria”.
El triunfo y su consiguiente galardón suponen la motivación perfecta para un jugador clave en los esquemas de un Melilla al que quiere devolver al lugar que por historia le corresponde: “Este año he sido algo más irregular que el año pasado donde mantuve la misma línea durante toda la temporada. En lo personal no he estado muy contento porque lo mismo me salía un partido bueno como, a continuación, dos malos, pero era consciente de que las cosas no iban a ser así siempre y que había que seguir trabajando. Afronté la segunda vuelta con el deseo de comenzar de cero para intentar aportar en todos los partidos en estos y, por ahora, las cosas están saliendo bien por lo que espero seguir respondiendo y sumando para el equipo”.