Los melillenses pasean por la sombra y toman helados para combatir el calor.
El fuerte viento de poniente que entró a medio día hizo que los melillenses no sufrieran las elevadas temperaturas que ayer registraba la ciudad. Los 36 grados que la Agencia Estatal de Meteorología preveía para Melilla fueron ‘menos calurosos’ porque el aire ‘abanicó’ a los ciudadanos desde por la mañana, como una brisa agradable, hasta la noche. Al final, la alerta amarilla por altas temperaturas no fue para tanto, o eso fue lo que los melillenses aseguraron a El Faro. “La calor está aún por llegar”, aseguraba ayer Ana, una melillense que paseaba con su bebé por el Parque Hernández.
Como ella, muchos ciudadanos caminaban por la sombra que daban los árboles y se sentaban en los bancos que estaban protegidos por la vegetación. Hassan era uno de ellos. Descansó un rato bajo un árbol y además, tuvo suerte porque encontró una zona del parque por la que corría el airecillo a media mañana. “Se está muy a gusto así”, aseguró a El Faro.
Este melillense explicó que había escuchado en la radio que iba a hacer mucha calor y aunque era verdad que el sol estaba “pegando fuerte, la cosa no es para alarmarse”. Resaltó que él firmaría donde fuera con tal de que todo el verano fuera como el día de ayer. No tiene aire acondicionado en su casa y como no haya viento, en los días de agosto no hay quien pare en su salón ni en su dormitorio. Así que en muchas ocasiones se va a la casa de sus hijos a comer y así duerme la siesta en un lugar fresquito, pues ellos sí tienen aire acondicionado en sus hogares.
Hassan combate el calor con algún que otro helado, aunque su médico se lo ha prohibido porque tiene el azúcar muy alto. Su consejo es que la gente se mueva despacito. “¡Vaya que no haga muchos esfuerzos en verano!”, añade.
El paseo no se perdona
En un banco sentados a la sombra también estaban ayer Conchita y su marido. Ellos viven frente al Parque Hérnandez y todas las mañanas salen a dar un paseo. Ni el calor les retiene en casa. No perdonan. Esta caminata por el parque es obligatoria para ellos, pues les ayuda a estar en forma. Lo que hacen es salir a primera hora los días que las temperaturas son más altas. Buscan la sombra de los árboles para disfrutar del paseo.
Conchita comentó que en casa no pasan calor porque tienen el aire acondicionado y de vez en cuando, no todos los días, se permiten tomar un helado para refrescarse.
Esta ciudadana aseguró que los días de Levante son los peores y aunque está acostumbrada a ellos porque es de la ciudad, en realidad lo sufre igual que otra persona que sea de fuera.
El trabajo en la calle
Juani es vendedora de la ONCE y afirma que los días que hace mucho calor, la gente compra menos. Ella tiene su puesto en la Avenida Juan Carlos I. Eso significa que pasa una calor tremenda cuando llega el verano. Como no corra aire por esta zona se siente “como un pollo asado de la feria”.
Su mejor remedio para combatir el calor es dar tres pasos para la izquierda y ponerse en la esquina de la calle. Si hay suerte, suele correr algo de brisa y así se airea. Asegura que en su puesto “una se pone morena en menos de diez minutos”.
Al final da igual si estás paseando, de compras, trabajas o estás jugando con los niños en el parque, lo mejor para combatir el calor es buscar una sombra y rezar para que se mueva algo de brisa que nos abanique.
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