Esta hermandad finaliza su triduo con la acogida que se le hace a los nuevos cofrades cada año.
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor finalizó ayer el triduo en honor a sus titulares. Pero el acto de ayer contó con un significado especial para todos los componentes de esta entidad que puede servir de ejemplo para muchos melillenses. Este año la junta de gobierno decidió que los 2.000 euros que cada año se gastan en flores para adornar los pasos de la cofradía se iban a destinar a entidades que ayudan a las decenas de ciudadanos que necesitan que les echen una mano estos días para poder llegar a fin de mes. Esta entidad entregó a los representantes de Cáritas, el Centro de María Inmaculada del Monte de María Cristina y a la Conferencia Virgen de la Luz este dinero. De esta forma, transforman la belleza que pueden aportar unas flores que en unos días se marchitan en productos de limpieza, higiene personal o alimentos, es decir, cosas necesarias para los melillenses que viven en riesgo de exclusión social en la ciudad.
Quizás la Virgen no vaya tan guapa este año con unas pocas flores, explicaba una cofrade tras la misa de ayer, pero vale la pena porque se ayuda a muchas personas que necesitan ese dinero más que la Señora, destacaba.
La cofradía del Flagelado destacó desde el jueves hasta el día de ayer a sus titulares con unas misas y con las oraciones de todos los que componen esta entidad. Pero hay mucho más que rezos en este tipo de actos. Ya que ayer fueron acogidos con cariño y una gran bienvenida los nuevos cofrades. Un total de diez personas recibió la medalla que les distingue como uno más de esta hermandad, siendo el más pequeño de ellos un bebé de siete meses, el hijo de uno de los portadores que deseaba que su niño participara desde sus primeros días de vida en esta entidad cristiana.
Entre los retos que se les presenta a los del Flagelado está conseguir el suficiente número de portadores como para sacar el Domingo de Ramos a La Pollinica y a María Santísima de Gracia y Esperanza. Siguen trabajando durante horas, cuando salen de sus empleos, en la cofradía para conseguir el compromiso de más hombros que deseen llevar a estas dos imágenes. No sería lo mismo para ellos salir sólo con La Pollinica y que cuando lleguen al parque Hernández, la gente vea que la Virgen no ha podido salir un año más por la falta de portadores.
Aún hay esperanzas y desean lograr su objetivo. Continuarán rezando a Dios por ello y le pedirán también que las nubes sean clementes y no llueva mucho esta Semana Santa.