El Plan Estratégico Integral de Melilla contempla una inversión de 4.986.000,00 euros en Educación. El dinero saldría de los Presupuestos Generales del Estado en el período comprendido entre 2023 y 2026, según consta en la página 108 del documento elaborado por la empresa pública Tragsatec y aprobado en Consejo de Ministros la semana pasada.
Estas inversiones, que ascienden casi 5 millones de euros, están incluidas en un paquete de medidas para la mejora del desempeño educativo del alumnado en la ciudad.
En primer lugar el Plan Estratégico del Gobierno de España recoge un incremento del número y la cuantía de las becas de ayuda a la compra de libros y material escolar.
También prevé mejorar la red de comedores escolares. Según explica, en la ciudad hay 26.000 alumnos de Infantil y Primaria en centros públicos y solo 300 plazas de comedor, de ahí que entre en los planes del Gobierno aumentar la cobertura de este servicio.
Save The Children ya alertó en mayo de este año de que Melilla, pese a tener la mayor tasa de pobreza del país (36%), presenta solo el 2% de cobertura de ayuda comedor para los menores en esta situación, atendiendo a los datos más actualizados, correspondientes al curso 2019-2020.
En este sentido, el Plan Estratégico se plantea no solo dotar de más comedores escolares a la red de colegios públicos de la ciudad, sino, además, aumentar la cuantía de las becas de comedor.
También está previsto que en los centros de titularidad pública se apruebe un protocolo de actuación contra comportamientos discriminatorios.
La iniciativa pretende detectar y erradicar de manera precoz los comportamientos xenófobos o discriminatorios, basados en la formación en igualdad, en valores asociados a la multiculturalidad y al respeto.
Además se ha incluido entre el paquete de medidas para la mejora del desempeño educativo reforzar la cooperación entre el Ministerio de Educación y la Ciudad Autónoma para, entre otras cuestiones, llevar a cabo la revisión de procedimientos. Por ejemplo, en temas de escolarización.
Esta alianza debería permitir reflexionar sobre componentes cualitativos del currículo educativo que tienen un impacto directo en la integración como es el caso de la lengua, la enseñanza religiosa reglada o las dinámicas de cohesión socioeconómica.