Regalar mascotas por Navidad es una tendencia que se repite cada año y que en algunos casos se traduce en posteriores abandonos. Uno de cada tres animales de compañía regalados durante las fiestas navideñas acaban en las protectoras del país, según indica la Asociación Animalista Libera. Las principales razones se debe a la falta de responsabilidad y el aumento del coste de los cuidados del animal.
Según los estudios, regalar un animal de compañía por impulso durante las fiestas navideñas acostumbra a ser una mala idea. La vuelta a la rutina después de las vacaciones puede generar varios problemas, como que el animal sufra desatención acarreando problemas de comportamiento u adaptación y ya no guste tanto entre los miembros familiares.
En 2021 se abandonaron alrededor de 285.000 animales de compañía en España. Aunque la cifra es escalofriante, lo cierto es que supone un ligero descenso en comparación a los datos de 2020, cuando se abandonaron hasta más de 300.000 mascotas.
Desde la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Melilla aseguran que los animales no son un regalo de navidad y que son seres vivos. Los cachorros son especialmente las víctimas de estos regalos, porque suelen “entrar por los ojos” al ser muy bonitos y pequeños, pero al cabo de un año, cuando crecen, es cuando llegan los abandonos.
“Hay que recordar antes de adoptar que es un ser vivo que requiere bastantes cuidados y muchísima atención”, afirman, destacando el importante desembolso económico que resulta al principio con todos los costes veterinarios.
Por ello, es muy importante que a la hora de adquirir un animal de compañía, las familias tengan claro lo que supone, es decir, las responsabilidades que conlleva día a día. Los cuidados que requieren las mascotas implican una inversión, tanto de tiempo como monetaria, muy grande, y que llega a duplicarse en el caso de los cachorros.
Es después de las fiestas cuando los problemas comienzan a aparecer. Después de pasar las vacaciones de Navidad juntos, los animales pueden experimentar estrés a causa de la separación y el día a día se puede volver complicado junto a la responsabilidad para educarlo o el proceso de adaptación a las nuevas rutinas.
Por este motivo, desde Nubika señalan que la decisión para adoptar un animal tiene que ser “meditada individualmente o consensuada por toda la familia” y “nunca puede ser un regalo”.
María, una joven melillense, coincide en que está “feo” que se regalen mascotas en Navidad porque no son juguetes para tirarlos después de haberlos usado durante dos días. “Y si el padre tampoco quería al perro, ahora se lo come con patatas y, o lo abandona o lo lleva a la protectora. “Un ser vivo no puede ser un regalo”.
Aunque considera que si la idea de tener el animal lleva planteada un tiempo y se es consciente de todas las responsabilidades, no ve mal que se adquiera durante el periodo vacacional. De este modo, pueden tener más tiempo en las primeras semanas que el animal está en casa y pueden prestarle más atención en el periodo de adaptación. Pero claro, “todo tiene matices” y esa decisión puede ser una hoja de doble filo.
La gran mayoría de perros y gatos abandonados son mestizos. El porcentaje es inferior cuando se trata de animales de raza, pero sigue existiendo abandono por ese lado. Desde la protectora aseguran que cada vez que han tenido en sus instalaciones algún animal de raza, este ha sido rápidamente adoptado frente a los mestizos, por el simple hecho de que muchas personas no los ven tan “bonitos”.
La problemática del mascotismo
El mascotismo consiste en retener animales exóticos en un domicilio particular, como si fueran animales de compañía. En Navidad esto se convierte en otro grave problema, pues hay personas que se decantan por regalar animales silvestres.
Aparte de suponer un problema para los ecosistemas autóctonos, la salúd pública y para el propio bienestar de los dueños. Este tipo de compras están impulsadas en muchas ocasiones por las modas y se multiplican por la facilidad que existe actualmente al comprar por internet.
“Cada mascota tiene que quedarse en su país”, dice María, añadiendo que este tipo de actos lo que hacen es evidentemente alterar la fauna autóctona. Además, achaca que hay gente que con dinero cree que puede comprarlo todo, “como si se le antoja un tigre”. Esta joven recuerda la época en la que se pusieron de moda los cerditos vietnamitas o los hurones, por ejemplo. “No se pueden domesticar a todos los animales”, puntualiza.
Aunque de cara a la galería se promocionan como mascotas “fáciles de mantener”, nada está más lejos de la realidad. Desde Nubika señalan que un alto porcentaje de estos animales acaba muriendo durante el transporte o porque sus dueños desconocen los cuidados básicos que necesitas. En algunas ocasiones, pueden incluso llegar a ser sacrificados en masa si se convierten en un problema medioambiental o público.
Adopción antes que compra
Aún así, aunque la decisión sea de adquirir un animal para la familia, las protectoras recuerdan que es mejor adoptar antes que comprar. A pesar de que en 2021 solo el 51% de los animales de los refugios fueron adoptados, según datos de la Fundación Affinity, muchos animales continúan esperando en los refugios.
Otra melillense entrevistada por El Faro es Noelia. Cuenta que todos sus animales siempre han sido adoptados y que incluso le han regalado algunos de ellos por Navidad en un par de ocasiones, pero jamás se le ha pasado por la cabeza abandonarlos.
Ella opina que a muchos comienzan a estorbarles las mascotas cuando tienen que viajar porque suponen un gasto importante, tanto si decides llevarlos contigo como si los dejas atrás.
Es otro de los motivos por los que hay quienes están deseando tener una mascota, pero no lo hacen por el simple motivo de que para salir de Melilla lo tienen muy difícil. “Llevé a mi perro en las jaulas del barco y lo pasó bastante mal”, comenta un joven.
Una vez que llega a la península, tampoco puede desplazarse en tren, por lo que debe llevarse el coche sí o sí si quiere viajar con su mascota. Ha intentado viajar varias veces con su mascota compartiendo coche con otros viajeros, pero nunca ha tenido la suerte de encontrar un conductor disponible. “Es muy difícil. Te ves tan limitado que tienes que dejarlo atrás”.
La opción del avión tampoco la ve muy viable. Ha viajado con él en el transportín, pero ha tenido que ir en la bodega y además con un alto coste. Cree que deberían facilitarse más las cosas a la hora de viajar con las mascotas.
Desde Nubika apuntan que hay elementos fundamentales a tener en cuenta cuando se quiere adquirir un animal de compañía: la educación requiere paciencia y tiempo; su mantenimiento no es barato; y el estilo de vida tiene que ir acorde a las necesidades del animal.
La adaptación de un animal que acaba de llegar a casa puede resultar difícil y llevar algo de tiempo. No todos se adaptan de la misma manera y a algunos les cuesta más que a otros. Por ello, la mascota requiere gran atención en casi todos los casos, sobre todo los primeros meses y si son cachorros.
Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente mantener un perro puede llegar a costar 900 euros al año mientras que un gato, 534 euros. Y es que desde el primer momento en el que se adquiere a la mascota, los primeros gastos (chip, vacunas y castración) ya pueden rondar alrededor de los 300 euros.
Los gastos de manutención son ya de por sí altos, pero también hay que incluir los cuidados veterinarios. A lo largo de la vida del animal, incluso si es joven, pueden aparecer enfermedades, como alergias, o suceder accidentes que tendrán un gran coste en el veterinario.
Y lo más importante es que el estilo de vida vaya acorde a las necesidades de la mascota. Aunque tener un animal de compañía produce muchos beneficios, en muchas ocasiones supone esfuerzos e incluso sacrificios. La clave para su bienestar es tener un ritmo de vida acorde a sus necesidades, pues los perros, por ejemplo, necesitan salidas frecuentes y cuidados.