Aunque el tema parece que ya está resuelto, a la hora que el técnico ofrecía la rueda de prensa previa al partido de la jornada la cosa no estaba tan clara sobre si se podría sentar en el banquillo para dirigir al equipo.
De hecho, y aunque el club no ha confirmado todavía nada de manera oficial, la entidad azulina resolvía 'in extremis' y de manera unilateral la complicada papeleta de finiquitar el contrato federativo del anterior técnico Fernando Currás en la Federación Melillense de Fútbol y así poder diligenciar la licencia del nuevo entrenador.
“A mí me dijeron que el martes la cuestión estaba solucionada. Doy por hecho que me pueda sentar en el banquillo. Lo contrario sería una sorpresa para mí”, aseveró Carlos Granero.