El Enrique Soler analiza al primer rival de la fase de ascenso: Estela

El Ciudad Autónoma de Melilla Enrique Soler arrancará los Play Off de ascenso a LEB Plata el próximo viernes 25 de mayo a las 18:30 horas, y lo hará frente a un equipazo: el Igualatorio Cantabria Estela.

Firmaron 28 victorias y 3 derrotas durante toda la temporada, con un promedio de 80,5 puntos a favor y 68,7 en contra, con porcentajes del 53% en tiros de 2, en triples 36% y en tiros libres un 65%. Un equipazo entrenado por Rafa Pueyo, quien fuera entrenador ayudante del Bilbao Basket en ACB desde el 2008 hasta el 2013 para ser el primer entrenador la temporada 13-14 en el mismo equipo. Con una plantilla bien estructurada y con buenas rotaciones en todas las posiciones, decidieron firmar a dos jugadores casi en el cierre de mercado de fichajes para reforzarse y afrontar el tramo final de liga y los play off de ascenso. Se trata del base nacido en los Países Bajos, Rogier Jansen procedente de Orense de LEB Oro y del ala-pívot de Montenegro, Filip Knezevic, procedente del C. B. Myrtia de LEB Plata.

Plantilla cántabra

En la dirección de juego del C. D. Estela, encontramos a Jon Peña, jugador con gran talento que viene disfrutando 22 minutos de juego por encuentro y que tiene una gran lectura de cada momento del partido. Sus casi 3 asistencias por choque le llevan a ser un referente en la dirección que Pueyo pide a sus bases, como lo viene siendo el nombrado anteriormente Rogier Jansen. Desde que llegó está ayudando con 25 minutos en pista y, junto a Andrés Pariente, forman el trio de bases que va rotando Rafa Pueyo.

En la posición de 2 (escolta), encontramos a Pablo Sánchez. Con gran experiencia en EBA durante 10 temporadas en diferentes clubes del territorio nacional, hay que sumar otras muchas en Plata y 2 en Oro con Andorra desde el 2012 hasta el 2014. Sánchez es un jugador muy veterano al que habrá que tener muy atado en corto para que no haga de las suyas. Sus 12 puntos de media, casi 8 rebotes y 2,4 asistencias le llevan hasta los 15,4 créditos de valoración personal en los 25 minutos que se mantiene en pista. Pero no será el único escolta a tener en cuenta; mucho cuidado con el lituano Justinas Olechnavicius. Sus casi 28 minutos en pista le están llevando a realizar un gran baloncesto, anotando 14 puntos y ofreciendo 2 asistencias de media, para irse a los 12 créditos de valoración. Pero no se queda corto Álex Hernández, quien disfrutando de algunos minutos menos por encuentro, está haciendo un papel para enmarcar junto al de sus compañeros. 7 puntos y 2 asistencias en 20 minutos.

En la posición de aleros encontramos a dos hombres conocedores de la liga EBA; se trata de Carlos Iradier, quien jugó en Plata la temporada 14-15, y el veterano Juan Álvaro Arnáiz, quien a sus 39 años está ayudando al equipo con sus tablas y saber de baloncesto.

Siguiendo por la posición de 4, encontramos a otro veterano; el ala-pívot Joseba Iglesias. Está firmando su décima campaña en EBA, pero ha disfrutado de años en Plata, Bronce y las antiguas LEB 2 en clubes como Ambroz, Zornotza y Canarias entre otros. 12 puntos, 5,3 rebotes y 1,7 asistencias llevan a Iglesias a ser fuerte en su posición y a desarrollar un juego de un auténtico veterano. Pero no está solo el ala-pívot, también encontramos a la torre de 205 centímetros, Andrés Díaz, quien hace un papel importante junto a Filip Knezevic, que también hace el rol de 5 y lleva promediados casi 7 puntos y 5 rebotes en los 20 minutos de juego que tiene desde que llegó al C. D. Estela. Pero el dueño y señor de la pintura de los de Pueyo es el checo Tomas Hampl. Sus 215 centímetros le hacen realmente poderoso en el poste bajo, lo que le ayudan a hacer 14 puntos de media, recoger cerca de 8 rebotes por choque para marcharse a los 20 créditos de valoración personal. Además, Hampl cuenta con gran experiencia tanto en EBA (5 temporadas), como en Plata (2 temporadas en Santurtzi) y 5 en LEB Oro en Andorra, Palencia, Coruña y Lleida. Un equipazo muy bien equilibrado, con muchísimo potencial y tablas, por lo que habrá que realizar un partido muy centrado y sacrificarse mucho desde el salto inicial.