El empresario melillense Paco Benítez ya tiene una calle a su nombre

El presidente de la Ciudad y una nutrida representación del Gobierno local asistió al acto en el ya clausurado restaurante.

El empresario melillense, Paco Benítez, propietario del restaurante más famoso de Melilla, ‘Los Salazones’, ya cuenta con una calle a su nombre en la misma vía donde su establecimiento se convirtió y sigue siendo, después de clausurado, el buque insignia de la ciudad en el ámbito nacional. El presidente melillense, Juan José Imbroda, la consejera de Cultura, Simi Chocrón, y una nutrida representación del Gobierno local asistieron al acto de descubrimiento de la placa ante los ojos de una familia, la de Paco Benítez, emocionada por este homenaje.

En este sentido, y a sabiendas que lo que los melillenses conocieron como el restaurante ‘Los Salazones’ será derruido próximamente, el mandatario autonómico aseguró que la placa se retirará y se volverá a colocar en su lugar tras la construcción del inmueble.

La emoción fue la protagonista en el momento en el que Paco Benítez y su esposa Pepi descubrieron la placa en la que reza el nombre del empresario que permanecerá ahí generación tras generación.

Imbroda matizó que a pesar de que este tipo de actos no tenga un protocolo elaborado no significa que por ello tenga menos importancia  pues “la vida de las ciudades la hace los ciudadanos y no hay solamente que reconocer a aquéllos que por sus capacidades intelectuales consiguan grandes logros para la ciencia o lo que sea, sino también a los ciudadanos que con su capacidad e iniciativa hacen una ciudad más grande”.

Una ciudad de los melillenses

Así, Melilla es más grande gracias a ciudadanos como Paco Benítez y su restaurante ‘Los Salazones’, levantado con el apoyo incodicionar de su familia “con tesón y constancia” como señaló el presidente de la Ciudad. De igual manera, recordó que Paco Benítez recibió hace tiempo la Medalla de Oro que concede el Ministerio de Trabajo y es que el restaurante ‘Los Salazones’ “es un restaurante conocido y reconocido no solamente en Melilla sino en todo el territorio nacional”, puntualizó Imbroda y añadió que “es el buque insignia de Melilla y eso exige de una entrega, de un trabajo y una elaboración que se desarrolla en base a una familia unida que une sus virtudes como hemos visto todos estos años”.

Medalla de Oro al Trabajo

Por todas estas razones, Imbroda aseguró sentir una especial emoción en este acto pues también los hijos de Paco Benítez han seguido sus pasos en el sector de la hostelería melillense: “Y todo eso se debe al espíritu que han impregnado tanto Pepi como Paco durante toda su vida”.

Asimismo, lamentó que el restaurante ‘Los Salazones’ “se haya perdido y haya tenido que cerrar sus puertas”, pero la esperanza y el optimismo se centran ahora en los vástagos de Paco Benítez que “siguen la estela y el ejemplo de sus padres con un negocio amable, simpático, acogedor y sobretodo con cariño a los clientes”. Por ello, aseguró que “Paco Benítez se merece como el que más tener una calle en Melilla como todos los melillenses le debemos un reconocimiento y por ello el Consejo de Gobierno aprobó esta medida para que quede para la posteridad”.

Palabras de agradecimiento

Por último, Imbroda destacó que la grandeza de un ciudadano como Paco Benítez radica en que éste ha sabido “llevarse bien con todos, caer bien a todos, y conseguir el reconocimiento, amistad y el respeto de todos los ciudadanos y no tanto conseguir grandes capitales”

Por su parte, Benítez no tuvo más palabras que las de agradecimiento a su familia por todos estos años de apoyo: “Para mí es un día y para mi familia es un día inolvidable porque que le pongan tu nombre a una calle en tu barrio y en tu ciudad es una cosa que no se podrá olvidar nunca”.

Por ello, dio las gracias especialmente al presidente Imbroda y a la consejera de Cultura, Simi Chocrón, por este reconocimiento y entre los aplausos de los asistentes finalizó su discurso con estas palabras: “¡Viva el barrio Industrial, viva Melilla y viva España”.

Tras finalizar el acto todos los asistentes disfrutaron de un ágape en el interior del restaurante que volvió a abrir sus puertas para tan especial ocasión.