“El Ejército es para mí una familia. El apoyo de mis mandos es fundamental”

La soldado Sambra Bumedien destaca que la ayuda de sus compañeros es clave para poder conciliar vida familiar y laboral. La melillenses se muestra “muy satisfecha” con su galardón.

Sambra Bumedien tiene 36 años y es madre de ocho hijos, tres de ellos acogidos tras la muerte de su hermana. Esta joven melillense ingresó hace once años en el regimiento Regulares 52, siguiendo con la tradición familiar y ha sabido en este tiempo conciliar su labor como madre con sus obligaciones como soldado. Sus compañeros y amigos han reconocido siempre el gran esfuerzo que ha hecho para sacar adelante a su familia, pero ahora, además el Ministerio de Defensa ha decidido reconocer este trabajo con el V Premio Soldado Idoia Rodríguez, que ha recibido esta misma semana. Bumedieen, que se muestra muy orgullosa de este reconocimiento, aseguró ayer en declaraciones a El Faro que para ella sería imposible conciliar si no contara con la ayuda de sus compañeros y la comprensión de sus mandos. “Somos una gran familia”, apuntó esta melillense que anima a todas las mujeres a entrar en el Ejército. “Éste ya no es un mundo de hombres”, dijo.
El despertador suena en casa de Bumedien muy temprano. Poco después de las seis de la mañana sus hijos, ella y su esposo ya están en pie. La organización es imprescindible para lograr que poco después de las 9:00 horas, todos los niños estén en el colegio y ella y su esposo puedan comenzar su jornada laboral. El momento de la ducha es el más complicado, para ponerlos a todos de acuerdo, pero cada día lo consiguen.
Una vez que ha repartido a los niños por los centros educativos a los que acuden, Bumedien se quita el uniforme de madre y se coloca el de soldado. En el cuartel es una más. “Aquí no hay diferencias entre unos y otros, todos trabajamos a una”, asegura. Sin embargo, reconoce que criar ocho hijos no es sencillo y que es una fortuna contar con la comprensión de sus mandos cuando alguno tiene un problema y tiene que 'escapar' del trabajo.
La joven es consciente de que su familia numerosa es sorprendente para muchos. Sin embargo, señala que siempre tuvo claro que quería tener varios hijos, al igual que sus abuelos. El destino y el infortunio hizo que a sus cinco hijos biológicos se sumaran los tres de su hermana mayor, que murió asesinada por su marido hace diez años. “Tuve claro desde el primer momento que me encargaría de ellos y supe que podría hacerlo”, indica. En esos duros momentos, también contó con el apoyo de sus compañeros de profesión, que ahora han querido premiar su valor para sacar adelante a su familia sin renunciar a su vocación de soldado.
La noticia de que era la ganadora del premio cogió a Bumedien por sorpresa y en un momento delicado. La joven estaba de baja laboral tras haber tenido un aborto cuando le comunicaron que había sido galardonada. “Para mí ha sido muy especial, aunque la tristeza de haber perdido a un hijo hace tan poco tiempo ha empañado un poco la alegría de este reconocimiento”, dice.
Para su madre y su esposo también ha sido muy especial que el Ejército al que siempre ha estado vinculada la familia valore el gran trabajo que realiza Sambra cada día. Sus hijos se dividieron entre la alegría de que su madre fuera galardonada y el nerviosismo de que en en instituto y en el colegio pudieran convertirse en el tema de conversación principal entre sus compañeros.
En cualquier caso, para todos ha sido muy especial que el esfuerzo diario de una vida sencilla y corriente haya sido reconocido por la sociedad. Este premio entregado a la soldado Bumedien es también, de alguna manera, un galardón para todas esas madres que cada día se levantan las primeras y se van a la cama las últimas para conseguir que el hecho de tener un trabajo fuera de casa no suponga que sus hijos pierdan en ningún momento su atención. Héroes anónimas, que como esta soldado melillense, no están cansadas para ponerse a cocinar por la noche el almuerzo del día siguiente, después de haber ayudado a sus pequeños a hacer la tarea, haberles dado algún consejo y llevarlos a la cama. “ Soy joven, pero también sé que puedo sacar a todos mis hijos adelante y seguiré luchando por ellos”, indica la soldado.