El disfraz de payaso de la película 'IT', uno de los más vendidos para Halloween en Melilla

Apenas queda una semana para celebrar Halloween y los melillenses ya están buscando el disfraz perfecto para sus fiestas.  El Faro ha estado en la tienda Embrujadas para comprobar cuál es el más buscado este año en Melilla. Su propietario, Alejandro Alonso, explicó que esta fiesta se vive cada vez más en la ciudad y que los disfraces son más profesionales.

Disfraces más vendidos

El disfraz más demandado este año, sin duda, en Embrujadas es el del payaso de la película de terror 'IT'. Un disfraz que se ha agotado rápidamente en todas las tallas, tal y como aseguró a El Faro el propietario de la tienda.

Cada año, hay un disfraz que destaca por encima de los demás y que todo el mundo quiere conseguir. Ya sea porque se ha puesto de moda por una película nueva o por una anterior de la que no se hizo disfraz en anteriores ocasiones o por la influencia que ejercen las redes sociales y los personajes famosos.

Es por ello, que otro de los disfraces que más se venden desde el año pasado, también es el de monja. A estos le siguen los clásicos de siempre como son los de zombie, o vampiro.

Lo que sí se repite siempre, son los disfraces más originales y difíciles de encontrar. Alejandro Alonsó señaló que todos los años le llegan clientes buscando disfraces o accesorios inspirados en lo que ven en los perfiles de redes sociales de los norteamericanos, los reyes de Halloween, aunque algunos no están disponibles. "Aquí a lo mejor no estamos aún a la altura", subrayó.

Halloween para niños y adultos

En esta céntrica tienda se pueden adquirir todo tipo de productos para una buena caracterización de Halloween. Desde disfraces, caretas, medias, maquillaje, accesorios como colmillos, látex o sangre hasta decoración para casas y locales. Lo que más se vende, explicó Alonso son los disfraces ya que muchos colegios organizan Halloween en las aulas. Es por ello, remarcó, que los niños suelen acudir a su tienda a comprar disfraces, mientras que los adultos se decantan más por el maquillaje.

"Los adultos pueden ir vestidos como salgan cualquier día, pero llevan el toque de terror en la cara, con una herida", explicó Alonso. Él, desde hace algunos años, ha visto cómo la venta de estos productos en adultos ha aumentado considerablemente. "Queda muy real, entonces a la gente le gusta mucho el toque", insistió.

Las redes sociales tienen una parte de culpa en esto. Tanto es así, que muchos tipos de maquillajes que venden, incluyen un código qr que redirige a videotutoriales en los que enseñan cómo utilizar ese maquillaje o aportan ejemplos de lo que se puede hacer con ellos. "Cada año han mejorado", añadió.

Cabe destacar, que aunque son los niños los que suelen acudir a Embrujadas buscando productos, luego los padres siempre acaban comprando también para ellos, aprovechando el viaje a la tienda. Tanto es así, que sus clientes son familias enteras. Para él, raro es la madre o el padre que no se disfrace.

Fiesta adoptada de otras tradiciones

Hace 20 años, cuando comenzaron con la venta de productos de Halloween, era muy diferente. "La gente es más exigente y las fábricas han hecho por cumplir esas exigencias", comentó Alonso. Sus clientes, dijo, quieren que sus disfraces sean perfectos y luego comparten sus fotos con el perfil de la tienda en las redes. "Te sorprendes, son totalmente irreconocibles", añadió.

A pesar de que Halloween no es una fiesta tradicional española, el propietario de Embrujadas explicó que tanto en Melilla como en el resto de España, es una fiesta que se celebra cada vez más. Y este año con más motivo, destacó. Después de dos años de pandemia y de no poder celebrar absolutamente ninguna fiesta, este 2022 se prevé que los melillenses disfruten más que nunca la noche de las brujas.

En lo que quiso hacer hincapié Alonso es en que a pesar de que Halloween es una fiesta que hemos adoptado de otras tradiciones, es un día para divertirse. "No es el simple hecho de coger una fiesta que no es nuestra, es el hecho de divertirse un rato".  "Hay que olvidarse de que la fiesta sea nuestra o no, es mi opinión", añadió.

Tanto es así, que para este empresario, Halloween despunta por encima de los carnavales. Sus clientes, dijo, se empeñan más en buscar una caracterización buena, un maquillaje perfecto, dar miedo o asustar.Además, sabe de buena mano, que en Melilla se organizan grandes fiestas de Halloween a nivel privado.

En su opinión, los melillenses lo viven cada vez más y cree que el que piense lo contrario no está en lo cierto. "A las pruebas me remito", recalcó.  "A la gente le gusta Halloween y celebra Halloween", añadió el propietario.

Por otro lado, hay que resaltar que la noche de Halloween en la tradición anglosajona es la noche de las brujas, en la que las almas salen. Para ahuyentarlas y confundir a los espíritus, las personas se disfrazan.

Además de disfraces, en Melilla algunas personas suelen poner velas en las ventanas o incienso para hacer una barrera y que los espíritus, que se supone que están deambulando perdidos durante esta noche, no entren en casa. Además, se utilizan piedras como la amatista.